Como resultado comprobaron que dos jóvenes gusanos se retorcían en el suelo rojizo. Son los primeros descendientes en un experimento que prueba que estos animales no solo pueden habitar un terreno simulado de Marte, sino también reproducirse en el mismo, señalan.
Explicaron en su artículo que las heces y orines de los pioneros humanos también se usarán como fertilizantes del suelo marciano, estéril y lleno de compuestos potencialmente tóxicos. Pero por razones prácticas y de seguridad, además de los gusanos, en su experimento los investigadores utilizaron estiércol de cerdos.
Los investigadores observaron el crecimiento de rúcula (una hortaliza) en ese suelo simulado de Marte con gusanos y estiércol. El estiércol estimuló el crecimiento y vimos que los gusanos estaban activos. Sin embargo, al final del experimento encontramos dos gusanos jóvenes, explicó Wieger Wamelink, autor del estudio.
Las lombrices son muy importantes para la salud del suelo, no solo en la Tierra sino también en futuros jardines interiores en Marte o la Luna. Prosperan con materia orgánica muerta, como restos de plantas viejas, que comen, mastican y mezclan con tierra antes de excretarla.
Washington, 2 diciembre 2017
Crónica Digital /PL