La Administración estadounidense de la Aeronáutica y el Espacio (NASA) informó que la estructura -hecha de titanio con memoria de forma- no solo se mantiene firme bajo el peso de un vehículo, sino que ofrece una suspensión superior.
El titanio con memoria de forma es una aleación de níquel y titanio, una vez se forja a alta temperatura, la pieza de metal resultante tiene una increíble elasticidad a nivel molecular que hace que recupere la configuración que tenía aunque se someta a fuertes tensiones y deformaciones.
El material no es nuevo, algunos fabricantes de automóviles lo usan ya en los modelos de gama más alta para algunas piezas; el resultado es una rueda más ligera, que nunca se pincha y soporta más carga que las convencionales.
Su capacidad de agarre y tracción es similar a la de un neumático normal, pero no se hunde en terrenos sueltos como la arena; la NASA la desarrolló para dotar con ella a sus vehículos en Marte, pero en el Centro Glenn la probaron con éxito en un todoterreno.
Aunque no es barata de fabricar, su durabilidad la hace muy interesante para aplicaciones como vehículos industriales y militares; y con el tiempo es posible que llegue a los automóviles comerciales.
Washington, 24 noviembre 2017
Crónica Digital /PL