Un nuevo estudio comprobó que los polifenoles en el té verde y las manzanas bloquean una molécula de señalización llamada VEGF, que puede desencadenar el proceso que conduce a la aterosclerosis.
Según se explica en el número más reciente de la revista Amazings, el equipo de Paul Kroon, del Instituto de Investigación Alimentaria, uno de los centros nacionales de biociencia en el Reino Unido, asegura que en el cuerpo la VEGF es un controlador principal de la formación de vasos sanguíneos a través de un proceso llamado angiogénesis.
“La angiogénesis es crucial en la progresión del cáncer, así como en el desarrollo de placas ateroscleróticas y su posterior ruptura, un proceso nocivo que puede culminar provocando un ataque al corazón o un derrame cerebral”, explicó Kroon.
A lo largo de los años, diversos estudios dietéticos demostraron que las personas que consumen las mayores cantidades de frutas y verduras tienen un menor riesgo de desarrollar ciertas enfermedades crónicas, como por ejemplo las de tipo cardíaco, así como el cáncer.
“Podría haber varias razones para esto. Algunas frutas y verduras contienen de forma natural grandes cantidades de compuestos llamados polifenoles, que pueden contribuir a proteger la salud de quien las consuma”, señaló el experto.
Utilizando células derivadas de vasos sanguíneos humanos, los investigadores encontraron que dos tipos de polifenoles (el galato de epigalocatequina (EGCG) del té verde y la procianidina de la manzana) eran capaces, sin necesidad de estar en concentraciones altas, de detener una función crucial de señalización de la VEGF.
La inhibición por polifenoles dietéticos ya se demostró en estudios anteriores, pero el nuevo artículo proporciona la primera evidencia de que los polifenoles pueden interactuar directamente con la VEGF para bloquear sus señales.
Londres, 19 de julio 2015
Crónica Digital / PL