Eloy vivió duros momentos durante las épocas más grises de este país en la última dictadura militar de 1976-1983, cuando fue secuestrada en la casa de sus padres y permaneció detenida en varios centros clandestinos hasta ser liberada en 1979.
La activista e incansable luchadora por los derechos humanos fue clave para lograr la condena del excomisario de la Policía Bonaerense Miguel Angel Etchecolatz en el juicio que se le siguió en 2006 por crímenes de lesa humanidad.
Hasta la memoria siempre compañera Nilda Eloy! Militante y valiente testigo en los juicios por crímenes de lesa humanidad. Memoria, verdad y justicia para siempre, publicó en twitter la organización H.I.J.O.S.
Diversas voces políticas y activistas se levantan en esa red para honrar la memoria de Nilda.
Honremos su incansable lucha contra la impunidad. Memoria, verdad y justicia, es la frase que más se repite en ese ciberespacio para decirle adiós a esta guerrera, que hasta el último minuto de vida luchó contra la impunidad en memoria de los desaparecidos durante la dictadura.
Buenos Aires, 13 de noviembre 2017
Crónica Digital /PL