Las redadas se llevaron a cabo en 240 viviendas de la capital, y en las mismas también se incautó abundante material y documentación perteneciente al grupo terrorista.
Según los datos oficiales, Turquía deportó en los últimos años a más de cinco mil sospechosos de pertenecer al EI y otros tres mil 290 terroristas extranjeros de 95 países, que proporcionaban asistencia logística al grupo terrorista en Siria e Iraq o planeaban ataques dentro del país.
Entre los numerosos ataques que el grupo islamista llevó a cabo en Turquía el más grave ocurrió en Ankara, el 10 de octubre de 2015, contra una manifestación pacifista que dejó un saldo mortal de 102 personas y otras 400 resultaron heridas.
Ancara, 9 de noviembre 2017
Crónica Digital /PL