También el segundo más antiguo observado en todo el Universo, expresó en el estudio publicado en Nature Astronomy el experto en analizar datos de tales objetos.
El Big Bang ocurrió hace 13 mil 700 millones de años y ahora estamos viendo esta galaxia de hace 12 mil 800, comentó Yun.
Al decir del investigador, ver un objeto dentro de los primeros mil millones de años es notable porque el universo, por entonces, estaba completamente ionizado. Es decir, hacía demasiado calor y era demasiado uniforme para formar algo durante los primeros 400 millones de años, explicó.
Por eso, los astrónomos suponen que las primeras estrellas, galaxias y agujeros negros se formaron dentro de los primeros 500 millones a mil millones de años.
Según Yun, este resultado no es una sorpresa, porque para eso se construyó el LMT.
Con el LMT funcionando completamente en línea, su mayor resolución y sensibilidad permitirá encontrar objetos esencialmente en el límite del universo, objetos muy pequeños y débiles, pero extremadamente interesantes como G09 83808.
Su capacidad para estudiar estos cuerpos celestes muy distantes es una de sus habilidades más destacadas, casi únicas en el mundo, apuntó el científico.
Ubicado en la cima de un volcán extinto de más de cuatro mil 500 metros en el estado central de Puebla, México, el LMT comenzó a recoger su primera luz en 2011 como un radiotelescopio de 32 metros de longitud de onda milimétrica.
Cuando esté en pleno funcionamiento este invierno será el instrumento más grande y sensible de su tipo en el mundo.
Washington, 7 noviembre 2017
Crónica Digital /PL