Las instantáneas captadas por Juno, por su carácter tan minucioso, superan las tomadas en 1979 por la nave Voyager 1 de la NASA.
La Gran Mancha Roja, monitoreada desde 1830, es el mayor vórtice anticiclónico de Júpiter. Consiste en una enorme tormenta, que podría existir desde hace más de 300 años con una velocidad del viento en su periferia de hasta 400 kilómetros por hora.
Por su parte, la sonda Juno partió rumbo a Júpiter en agosto de 2011 y en 2016 se acercó al planeta, colocándose en órbita estable. Se prevé que se mantenga como mínimo hasta febrero de 2018, cuando se sumerja en la atmósfera del mayor cuerpo celeste de nuestro sistema solar.
Washington, 13 julio 2017