Si se confirman los fallecimientos, estos ataques aéreos se ubicarían como los más mortíferos de una misión aérea norteamericana desde que Estados Unidos comenzó la guerra en Iraq en 2003.
Los reportes de decesos en ese país se registran poco después de dos recientes denuncias de que la coalición liderada por Estados Unidos también causó bajas civiles en Siria.
Para el diario The Washington Post, esta oleada de muertes lleva a cuestionar si las reglas de compromiso destinadas a minimizar la pérdida de vidas civiles se estarán relajando bajo la administración de Donald Trump, quien prometió luchar contra el EI de manera más agresiva.
Según el periódico, oficiales militares estadounidenses insistieron en que tales normas no cambiaron, pero reconocieron que los ataques aéreos en Siria e Iraq son más intensos en un esfuerzo por presionar al grupo terrorista en múltiples frentes.
El coronel John J. Thomas, portavoz del Comando Central, dijo que el Ejército estaba tratando de determinar si una explosión en Mosul fue a raíz de un ataque aéreo norteamericano o de la coalición, o si respondió a una bomba o trampa del grupo terrorista.
Sin embargo, el general Maan al-Saadi, comandante de las fuerzas especiales iraquíes, informó que las muertes de civiles eran el resultado de un ataque aéreo de la coalición que sus hombres convocaron para derribar a francotiradores de los tejados de un barrio llamado Mosul Jidideh.
A decir del militar, las fuerzas especiales no sabían que los sótanos de las casas estaban llenos de civiles.
Datos de la ONU señalan que en la última semana unas 45 mil personas huyeron de los combates en el oeste de Mosul, un aumento del 22 por ciento con relación a los siete días anteriores.
El alto comisionado para los refugiados, Bruno Geddo, advirtió que al menos 400 mil civiles iraquíes están atrapados en el casco viejo de esa ciudad, ubicada en el norte del país, con una situación dramática debido a la escasez de alimentos y la falta de servicios públicos como la electricidad.
Además de esas precarias condiciones, los iraquíes están aterrorizados y bajo el fuego de artillería, pues si intentan huir podrían ser víctimas de francotiradores y si se quedan son usados como escudos humanos, señaló Geddo.
Washington, 25 marzo 2017
Crónica Digital/PL