A su juicio, Unidos Podemos -alianza entre Izquierda Unida y Podemos- es la que está siendo capaz de interpretar un espíritu de cambio constitucional que está en la sociedad y no en el Congreso de los Diputados.
Además del blindaje de los derechos sociales y la adaptación de la ley fundamental a la realidad plurinacional de España, mediante el derecho a decidir, Iglesias pidió que los hipotéticos cambios introduzcan mecanismos para luchar contra la corrupción.
También reclamó que esas posibles transformaciones incluyan una reforma del sistema electoral para hacerlo más proporcional y mecanismos que garanticen la independencia de la justicia.
‘Esos cinco cambios están en el espíritu constituyente’, remarcó el secretario general de la llamada agrupación morada en su diálogo con la citada radioemisora digital.
Aunque se mostró dispuesto a discutir esas reformas con el resto de las formaciones, en particular con el conservador Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy, recordó que Unidos Podemos tiene la fuerza parlamentaria suficiente para avalar que se sometan a un referendo.
Aludió de manera implícita al artículo 167.3 de la Constitución, según el cual su modificación será sometida a referéndum, si lo pide una décima parte de los miembros del Congreso (35 diputados).
Advirtió que si la ‘triple alianza’ -en referencia al PP, el Partido Socialista (PSOE) y Ciudadanos- se atrinchera y quiere hacer de la ley de leyes su ‘búnker’, la coalición de izquierda, con 71 bancas en la Cámara baja, forzará esa consulta popular.
‘Estamos dispuestos a discutir, pero por primera vez hay una fuerza en el Parlamento que puede garantizar que, si hay reforma, habrá referéndum para que sean los españoles quienes decidan’, enfatizó.
Iglesias expresó su malestar porque en el Día de la Constitución, celebrado la víspera, los partidos autoproclamados constitucionalistas prefieran ‘la pompa y el protocolo vacío’, en lugar de debatir en serio sobre los cambios que a su entender requiere la carta magna.
La Constitución española cumplió ayer 38 años en medio de un fuerte clamor para que los partidos asuman su posible reforma en asuntos como la sucesión de la Corona, la consolidación de derechos y el modelo territorial.
Aprobada en 1978 después de votarse en referendo, la ley fundamental de esta nación ibérica supuso la culminación de una transición hacia la democracia tras la dictadura del general Francisco Franco (1936-1975).
Madrid, 7 de diciembre 2016
Crónica Digital / PL