La Caravana de la Libertad tiene previsto llegar a Santiago de Cuba el día 3 de diciembre, luego de pasar por la mayoría de las provincias del país.
Originalmente, la caravana salió en la madrugada del 2 de enero de 1959 desde Santiago encabezada por Fidel Castro y combatientes del Ejército Rebelde. Llegó a La Habana seis días después, el 8, en medio de gran euforia popular tras el derrocamiento del dictador Fulgencio Batista.
En la noche de ayer, en la capitalina Plaza de la Revolución, dignatarios de varios países expresaron su mensaje de condolencias por el deceso del líder histórico de Cuba, Fidel Castro.
Acompañados de vítores de Yo soy Fidel, los mandatarios y personalidades internacionales asistieron al multitudinario acto en tributo al Comandante en Jefe.
Al clausurar el homenaje póstumo, el presidente Raúl Castro reafirmó la voluntad del pueblo de la isla de continuar las ideas y la obra de Fidel, quien fue calificado de padre de los excluidos y los marginados.
Además, rememoró la entrega del líder a la solidaridad y agradeció las muestras de afecto, respeto y cariño de los jefes de Estado y de Gobierno, las personalidades internacionales y del pueblo cubano.
Con anterioridad, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, destacó la impronta de Fidel, de quien dijo que cambió el rumbo de la historia de Cuba, de la Patria Grande y de la humanidad.
Lo que ocurre hoy en la Plaza de la Revolución, tan llena de energía histórica, es la mejor forma de decirle a Fidel Âíhasta siempre! y así lo han hecho hombres y mujeres de los cinco continentes reunidos aquí, subrayó.
Asimismo, lo calificó de un hombre de increíble coraje, de valentía a toda prueba, un adalid de su tiempo, su obra es un faro que guía a los pueblos, reiteró.
Maduro precisó, además, que Cuba ya tiene marcado su destino, su trayectoria histórica será renovada con nuevos bríos y con la fuerza revolucionaria y socialista de un pueblo que ha sabido aprender a hacer su propia historia.
En tanto, el jefe de Estado de Ecuador, Rafael Correa, resaltó el compromiso de vida asumido por el líder histórico de la Revolución cubana con las causas más nobles de América Latina, el Caribe y el mundo.
También dijo que el icónico revolucionario cubano falleció invicto; solo derrotado por el inexorable paso de los años. Murió haciendo honor a su nombre, Fidel: digno de fe; Una fe que nunca fue decepcionada y menos aún traicionada, apuntó Correa.
Otros dignatarios como Daniel Ortega, de Nicaragua; Salvador Sánchez, de El Salvador; y Evo Morales, de Bolivia, también presentaron sus respetos por el líder de la Revolución cubana.
La Habana, 30 de noviembre 2016
Crónica Digital / PL