La justicia chilena quedó en condiciones de abrir la etapa de plenario, fijar la acusación y dictar condenas contra los exmilitares señalados como autores de quemar vivos a dos jóvenes en 1986.
De acuerdo con fuentes oficiales, el juez Mario Carroza, una de las figuras más visibles en causas contra crímenes cometidos por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), determinó cerrar la investigación en el llamado “Caso Quemados”.
El 2 de julio de 1986 el joven fotógrafo Rodrigo Rojas, de 18 años, falleció, en tanto Carmen Gloria Quintana, de 19, sufrió graves quemaduras, como consecuencia de haber sido rociados con gasolina e incinerados por una patrulla militar.
Rojas y Quintana se encontraban en una manifestación en la zona de Estación Central, en Santiago. Después de cometer tamaña barbarie, los militares dejaron los cuerpos abandonados en las afueras de esta capital.
Carmen Gloria sobrevivió aunque por sus quemaduras debió someterse a numerosas operaciones de injerto. Reside actualmente en Canadá, donde se asiló.
Más dramático todavía fue lo ocurrido a Rodrigo Rojas, quien vivía en el exilio junto a su familia tras la asonada golpista de Pinochet el 11 de septiembre de 1973, y quiso volver aChile a conocer su realidad.
En julio del año pasado, el juez Carroza procesó como autores de homicidio calificado y frustrado a los militares en retiro Pedro Fernández Dittus, Leonardo Riquelme, Juan González, Walter Lara, Pedro Franco, Luis Zúñiga y Francisco Vásquez. Igualmente, a Julio Castañer, Iván Figueroa, Nelson Medina y Jorge Astengo. Además de Sergio Hernández, encausado como cómplice de los delitos.
En razón de un testimonio de un ex recluta que formaba parte de la patrulla militar de marras, el magistrado decidió reabrir la causa en 2015. Ahora concluyó que ya no existen diligencias pendientes que puedan dilatar el proceso.
Santiago de Chile, 15 de octubre 2016
Crónica Digital / PL
al fin, ya parecía mentira.