Parques naturales con montañas nevadas y volcanes, saltos de agua, paisajes antárticos, playas y el desierto más árido del mundo, convirtieron a Chile en destino emergente de millones de viajeros.
Por si fuera poco, los pingüinos de Magallanes, la ciudad más austral del orbe, Puerto Williams, muy cerca de la argentina Ushuaia, e Isla de Pascua y sus enigmáticas esculturas Moai, además de Viña del Mar y Valparaíso.
Con todos estos ingredientes, la viceministra de Turismo de Chile, Javiera Montes, conversó en exclusiva con Prensa Latina para destacar que la nación sudamericana superará este año la barrera imaginaria de cinco millones de visitantes.
Aunque la cifra representa un salto cuantitativo notable, de más de un millón de turistas, Montes reconoció que todavía hay insatisfacción por una serie de aspectos requeridos para hacer más rentable la industria sin chimeneas en Chile.
“La meta de largo plazo es triplicar el gasto de divisa de los turistas en nuestro país. En promedio un viajero invierte 600 dólares en Chile, mientras en Nueva Zelanda gasta tres mil dólares, con atractivos bastante similares”, detalló.
Montes subrayó la intención de dar mayor valor a los productos para que los visitantes inviertan más, “lo cual no significa cobrarles por lo que actualmente tenemos, sino que nuestra oferta debería ser más sofisticada y mejor”.
Preguntada por Prensa Latina en torno a la modalidad de turismo astronómico que introduceChile, la alta funcionaria explicó que se trata de otra alternativa en la cual se labora en estos momentos.
“Poseemos un potencial enorme y se asegura que Chile llegará a tener el 70 por ciento de la capacidad de astronomía del mundo, pero todavía tenemos que profundizar en el tema tanto en oferta privada como en observación científica”, precisó.
De otro lado, se refirió a un segmento en pleno ascenso, el enoturismo, en virtud de que el país transandino es el cuarto exportador de vinos del universo; y el turismo indígena, por la diversidad de pueblos autóctonos existentes.
Para completar el diseño de la estrategia de la industria sin humo, la subsecretaria de estado valoró también la relevancia de cambiar la conciencia para que el turismo sea accesible para todos.
No solamente para personas con discapacidad sino que sea universal para todos los grupos etarios, como los adultos mayores.
Es además de una obligación y un deber, una oportunidad de poder conquistar otro espacio de mercado, teniendo en cuenta que hay un 15 por ciento de la población mundial con problemas de discapacidad, concluyó.
Por Fausto Triana
Santiago de Chile, 23 de septiembre 2016
Crónica Digital / PL