Oscar Romero a los cinco soltó un zurdazo mal calculado por el arquero Christopher Tosselli y cuando la jarra de agua helada todavía estaba por sacudirse, llegó el remate de cabeza de Paulo da Silva a los ocho minutos.
Fue un golpe demasiado fuerte. Ni siquiera el excelente descuento de Arturo Vidal a los 35 minutos para el 1-2 le permitió a Chile revertir el marcador.
Tosselli, quien logró la titularidad ante la licencia del portero y capitán Claudio Bravo y la lesión de Johnny Herrera, reconoció que el primer gol de la albirroja fue su responsabilidad, al encontrarse adelantado del arco.
Brasil, que llegó a la jornada henchido de orgullo tras su reciente corona olímpica en Río de Janeiro -la única que le faltaba-, no creyó en la trayectoria notable de Ecuador y lo goleó 3-0 con doblete de Gabriel de Jesús y otro de Neymar.
Las telenovelas del balompié reservan episodios insospechados. O tal vez le ofrece segundas oportunidades a los astros. Así ocurrió con Lionel Messi, quien tras el fracasado en la lid continental renunció a la selección nacional.
Después de varias semanas de dimes y diretes, ya con nuevo director técnico, finalmente la Pulga aceptó reincorporarse al plantel, al que en realidad no le faltó a ningún partido.
Rebasado el impasse, los rioplatenses salieron a un duro choque con Uruguay y el gol mágico de la victoria vino de las piernas prodigiosas de Messi para el 1-0.
Bolivia por fin recuperó terreno y cumplió con sus deberes al hundir a Perú 2-0, mientras Colombia fue muy superior a Venezuela y se impuso también 2-0.
Para la próxima semana llega la octava fecha de las eliminatorias premundiales sudamericanas. Uruguay-Paraguay promete ser un gran duelo, al que le siguen Chile-Bolivia, Argentina-Venezuela y Perú-Ecuador.
El plato fuerte, Brasil-Colombia, dos elencos que se han sacudido de momentos dudosos y quieren estar en zona de clasificación para Rusia-2018.
Por Fausto Triana
Santiago de Chile, 2 de septiembre 2016
Crònica Digital / PL