Carlo Ponzi, alias Charles Ponei, Carl Bianchi entre otros apodos, fue un famoso delincuente de origen italiano que operó en los EE. UU., especializado en estafas. El término “esquema Ponzi” fue acuñado por su golpe más importante, realizado en 1919, cuando estafó a miles de inmigrantes italianos extremadamente pobres. Hoy día es la descripción de cualquier estafa que paga supuestas ganancias a los primeros inversores con el capital fresco de los inversores posteriores.
Pero Ponzi, Madoff, Chang y sus imitadores pueden estafar a algunos incautos algo codiciosos, mientras no los pillen y las recaudaciones superen a los retiros.
Las AFP operan exactamente del mismo modo, que consiste en captar supuestos “ahorros” de trabajadores modestos prometiendo beneficios que son pagados con el capital fresco de los nuevos “ahorrantes”, mientras los estafadores se embolsan el grueso de lo recaudado.
En cambio, las AFP estafan a millones de trabajadores en virtud de un Decreto Ley de la República, dictado por Pinochet y que sucesivos gobiernos han mantenido intacto y reforzado. Los obliga a cotizar en mes a mes en las AFP un porcentaje siempre creciente de sus salarios, mientras disminuye continuamente las pensiones, especialmente a las mujeres, y prohíbe retirar los fondos, garantizando de este modo un excedente creciente ¡hasta el fin de los tiempos!
Verdaderamente un mecanismo perfecto, el movimiento perpetuo hecho realidad, un “Mercedes-Benz” como dijo su creador, de las estafas “Ponzi”, que amerita denominarse ““Administradoras de Fondos Ponzi, AFPonzi” o algo así.
Ponzi mismo en poco tiempo se convirtió en personaje acaudalado y tanto políticos como medios de comunicación lo presentaban como un empresario ejemplar, aunque luego cayó preso, lo quisieron linchar sus acreedores y murió pobre en Brasil. Madoff llegó a presidir la Bolsa de Wall Street, pero también está preso, condenado a algunos centenares de años. Chang más modestamente se codeaba con empresarios famosos y recién está apenas embargado.
Pero “Pepito” Piñera les mató el punto a todos, logrando ser recibido por los presidentes de Estados Unidos y Rusia, según se pavoneó recientemente en una entrevista por televisión a las que lo siguen invitando, aunque su propio hermano dice que habla puras cabezas de pescado y es partidario de NO+AFP. Merece ascender junto con su criatura al podio de los más grandes embaucadores de la historia.
La AFP expropian mes a mes casi todas las cotizaciones
Veamos como funcionan las “AFPonzi”. Según datos de la Superintendencia de Pensiones que
CENDA publica mes a mes en sus índices de actividad económica, IMACEI, en abril del 2016 un total de 5.733.438 personas cotizaron obligatoriamente en las AFP un 12,54 por ciento de sus remuneraciones de marzo, las que en ese mes promediaron $709.244, lo que arroja una recaudación de 509.640 millones de pesos. En el mismo mes las AFP y compañías de seguros pagaron un total de 1.134.567 pensiones con un monto promedio de $203.238, lo que les significó un desembolso de 230.587 millones de pesos. Es decir, la recaudación de ese mes fue 2,2 veces mayor que el desembolso en pensiones, sólo considerando las cotizaciones obligatorias.
Eso no es todo. Debido al monto cada vez más bajo de las pensiones autofinanciadas por las AFP —que se reducen automáticamente cada vez que se detecta un aumento en la esperanza de vida—, el Estado ha venido entregando subsidios monetarios directos al pago de las mismas, que en la actualidad representan aproximadamente 150.000 millones de pesos por mes en aportes previsionales solidarios (APS), bonos de reconocimiento y otros subsidios monetarios directos.
Ello sin considerar los planes de retiro y otros subsidios monetarios indirectos, o los subsidios no monetarios como los descuentos de impuestos que financian casi todos los llamados “ahorros previsionales voluntarios” de las personas con altos ingresos. Aparte de lo anterior, el fisco tuvo que asumir desde 1981 el pago de casi todas las pensiones del sistema antiguo, y a partir del 2008 las “pensiones básicas solidarias”, que en conjunto sostienen al doble de adultos mayores que las AFP.
Sumando a las cotizaciones sólo los subsidios monetarios directos a las pensiones pagadas por las AFP, éstas han expropiado un excedente neto de unos 5 billones de pesos en los últimos 12 meses, es decir, de un monto que se aproxima al total de las cotizaciones, las que sumaron poco menos de 6 billones de pesos en doce meses a junio del 2016.
El fondo de pensiones es solo un registro de los excedentes expropiados, que no serán devueltos jamás
La expropiación de excedentes de cotizaciones y subsidios, netos de pensiones pagadas por AFP y Cías de seguros, se viene repitiendo mes a mes, año a año, desde la creación de este esquema en 1981. Si se suman los excedentes netos expropiados de este modo por las AFP, año tras año desde 1982 (
ver propuesta C Comisión Bravo), los mismos alcanzan a dos tercios del valor registrado en el fondo de pensiones si la comparación se hace al día de hoy.
El fondo de pensiones registra estos excedentes y sus gananciales como “propiedad” de los afiliados vivos y no jubilados por renta vitalicia, en un momento dado. Sin embargo, dicha “propiedad” es tan ilusoria como la que registran los “ahorros” de las incautas víctimas de Ponzi, Madoff o Arcano, todas las cuales recibían asimismo detalladas y elegantes cartolas mensuales que registraban abultados saldos y pingües ganancias en sus cuentas individuales.
En uno y otro caso, el dinero registrado en tales saldos ha pasado hace mucho tiempo a los bolsillos de los estafadores, de donde no se va a recuperar jamás puesto que el excedente acumulado solo crece con los excedentes netos expropiados mes tras mes. En uno y otro caso los beneficios se pagan con el capital fresco recaudado mes a mes y el estafador se embolsa el excedente.
El fondo de pensiones (FOP) se parece mucho al fondo de utilidades tributables (FUT), es decir, es un registro acucioso de fondos adeudados que, puesto que crecen mes a mes, no se van a devolver jamás, como acertadamente acotó un ex ministro de Hacienda refiriéndose a este último.
La única incidencia del “ahorro” acumulado en la cuenta individual al momento de jubilar es que dicha cifra sirve de base —del todo incierta puesto que está sometida a los constantes vaivenes de los mercados internacionales— para calcular el exiguo monto de las pensiones que recibirán sus “propietarios”. Sin embargo, éstas serán pagadas con las cotizaciones recaudadas mes a mes sin tocar un peso de los excedentes expropiados antes, los que por el contrario se incrementarán con los del mes en cuestión.
Por cierto, las pensiones del mes se descontarán religiosamente del saldo de los pensionados en “retiro programado” hasta que no le quede un solo peso y pase a depender exclusivamente del sistema solidario, lo que sucederá con la mitad de los pensionados cuya sobrevida excede el promedio.
Las “Rentas Vitalicias” del sistema AFP operan asimismo como estafas “Ponzi”.
Los únicos que pueden “retirar” de una vez la totalidad de su fondo de pensiones son quienes jubilan con renta vitalicia… a condición que lo traspasen de inmediato a una compañía de seguros, usualmente relacionada con la AFP. Ésta lo recibe en dinero efectivo y en propiedad plena, disponiendo del mismo como se le venga en gana.
Las pensiones vitalicias funcionan asimismo como una estafa “Ponzi”, puesto que las compañías de seguros pagan todas las pensiones de un mes con el capital fresco de las “primas únicas” que expropian a los nuevos pensionados vitalicios ese mismo mes, embolsándose el excedente.
Esta expropiación no es solo de hecho, como la que hacen las AFP con los excedentes de cotizaciones y subsidios que recaudan mes a mes, sino de derecho puesto que la “propiedad” del fondo del flamante pensionado vitalicio pasa íntegramente a la compañía de seguros.
CENDA demostró que este es el principal mecanismo mediante el cual los “administradores”, es decir, las AFP y cías. de seguros, se embolsaron poco menos de la mitad del excedente neto de cotizaciones y subsidios directos acumulado desde 1982.
La mentada “propiedad” de los afiliados sobre sus fondos es una ficción
La mentada “propiedad” de los afiliados sobre sus “ahorros” no es más que una ficción. No los pueden retirar nunca, tampoco decidir sobre sus destinos de inversión más allá del juego distractivo de cambiarlos de un tipo de fondo a otro o de una AFP a otra. No tienen injerencia en el nombramiento de directores en las empresas donde parte del mismo se invierte como capital accionario.
Tampoco opinan los “ahorrantes” sobre las obscenas remuneraciones de directores especialmente los altos ejecutivos de las AFP, que en promedio perciben decenas de millones al mes mientras pagan pensiones que promedian doscientos mil pesos.
Tampoco tienen injerencia estos “propietarios” sobre los insultantes gastos de las AFP en publicidad acerca de sus virtudes, rubro donde gastan más que las bebidas gaseosas, o en la influencia de la misma y de los opacos aportes de las AFP a políticos, o la contratación de ex autoridades en diversos cargos, como pago de favores o para que ejerzan de lobbistas no regulados del sistema.
Para terminar con esta estafa y duplicar ahora todas las pensiones sin aumentar las cotizaciones
¡NO+AFP!
Por Manuel RiescoSantiago de Chile, 25 de agosto 2016
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