El impredecible y polémico candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, enfrenta hoy un escenario donde la derrota en las urnas se abre como una posibilidad. Luego de prometer en junio de 2015 que se lanzaba a la carrera presidencial para ganar, al multimillonario neoyorquino se le abre poco a poco un abismo para llegar a la Casa Blanca.
La víspera el presidente de Estados Unidos, el demócrata Barack Obama, llamó a los republicanos a retirar su apoyo a la candidatura de Trump, sobre quien dijo está “muy mal preparado para servir como presidente”.
Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, el mandatario lanzó su más dura critica contra el abanderado de los rojos a raíz de sus recientes ataques contra los padres musulmanes de un soldado estadounidense, Humayun Khan, que murió en Irak, algo que es viral y reflejado críticamente en la mayoría de los medios de prensa y políticos del país.
Obama señaló que se había demostrado que Trump estaba muy mal preparado para hacer al trabajo en la Casa Blanca y que carecía de los conocimientos sobre Europa, Oriente Medio y Asia, un señalamiento que arrastra el republicano y que el mismo refresca con reiteradas declaraciones
El presidente realizó sus comentarios junto a Lee Hsien Loong, el primer ministro de Singapur, a quien recibió este martes en la Casa Blanca.
Los llamados contra la candidatura del multimillonario neoyorquino se intensificaron el martes cuando el representante Richard Hanna, republicano de Nueva York, declaró que planeaba votar por Clinton, y calificaba al candidato rojo de no apto para servir como presidente y comandante en jefe de la nación.
Según medios de prensa las declaraciones de Hanna de apoyar Clinton, un demócrata, envían un mensaje dramático a sus colegas en el Partido Republicano. Creo que Trump es una vergüenza nacional, puntualizó el legislador.
Aunque en un año electoral tan volátil el resultado en las urnas es una incógnita, son muchos, incluso el liderazgo republicano, los que piensan que el multimillonario cada vez más se aleja de la Casa Blanca, pese a la sed de cambios en el país reflejada por encuestas que plantean que el 71 por ciento de los adultos no están satisfechos con la forma en que van las cosas en la nación.
Como un adelanto de lo que puede ser su fracaso, el empresario pone en duda lo que reflejan las encuestas donde está detrás de Clinton, e incluso comenta que la elección va a ser manipulada en su contra.
Roger Stone, un confidente del candidato, considera que este debería empezar a decir esto: Si hay fraude electoral, esta elección será ilegítima, la elección del ganador será ilegítima, vamos a tener una crisis constitucional, la desobediencia civil generalizada, y el gobierno ya no será el gobierno, un anticipo del fracaso pero también una reiteración de la política de atemorizar a los electores.
Prensa Latina/ Crónica Digital, 3 de Agosto 2016