El bombardeo de asteroides y la incidencia de un débil Sol en los primeros mil millones de años, fomentaron la vida en la Tierra, publica hoy la revista Earth and Planetary Science Letters.
El estudio, dirigido por el Instituto de Investigación del Sudoeste de Estados Unidos postula que este inicio de la historia pudo dar paso al hábitat, en particular a la existencia del agua (H2O) líquida.
Los primeros impactos provocaron la destrucción y condiciones hostiles, pero al mismo tiempo, tuvieron un efecto beneficioso a largo plazo en la estabilización de temperaturas de la superficie, explicó el autor principal del trabajo, Simone Marchi.
Según esta investigación, las condiciones atmosféricas y de la superficie durante los primeros mil millones de años del planeta son poco conocidas debido a la escasez de evidencia geológica y geoquímica.
Sin embargo, los antiguos cristales de circón presentes en rocas sedimentarias proporcionan datos de que la Tierra tenía océanos líquidos, al menos de forma intermitente, durante este primer período, apuntaron los expertos.
Para explicar este proceso, los científicos se basan en la teoría de que tras el choque de algún asteroide, los materiales de impacto se vaporizaron, provocando un efecto atmosférico invernadero masivo, a partir de dióxido de carbono (CO2), metano o, incluso, ambos.
A medida que el planeta fue golpeado con rocas de más de 100 kilómetros de diámetro, parte de su superficie se derritió, creando lagos temporales de lava.
Estas “piscinas” de lava liberaron grandes cantidades de CO2 a la atmósfera.
Por otro lado, el bombardeo temprano mantuvo las condiciones más cálidas y dejaron grandes cantidades de azufre, que pueden propiciaron el inicio temprano de la vida en la Tierra, concluyeron los científicos.
Para llevar a cabo la indagación, los expertos crearon un modelo que representaba la liberación de gases generados por los impactos en el planeta primitivo. De esta forma, obtuvieron como resultado que ese efecto invernadero contrarrestó la débil luz del Sol, y fue suficiente para mantener el agua.
Estos resultados pueden ser claves para entender cómo comenzó la vida en la Tierra a pesar de que tenía como estrella un Sol muy joven y débil, señaló Marchi.
Actualmente el planeta se encuentra en la zona “habitable” de la estrella, es decir, donde existe H2O líquido en la superficie.
Cuando el Sol era más débil, la presencia de agua en la Tierra se habría reducido a superficies congeladas; si esto hubiera pasado, no existiera vida.
Washington, 26 junio 2016
Crónica Digital / PL