Ciertas clases de bacterias en el intestino humano pueden colaborar con el sistema inmunitario para disminuir la gravedad causada por un derrame cerebral.
Según una investigación realizada en la Escuela Médica de la Universidad Cornell, en Estados Unidos, es posible mitigar estos traumatismos que son la segunda causa principal de muerte en muchos países.
En el estudio ratones recibieron una combinación de antibióticos, dos semanas más tarde el equipo de investigación, que incluyó a colaboradores del Centro Oncológico Sloan-Kettering, en Nueva York, provocaron el tipo más habitual de derrame, el accidente cerebrovascular isquémico.
“En ese caso un vaso sanguíneo obstruido evita que la sangre llegue al cerebro”, argumentó el profesor Josef Anrather, quien lidera la investigación.
Los ratones tratados con ciertos antibióticos experimentaron un derrame que fue aproximadamente un 60 por ciento menor que aquellos que no recibieron la medicación.
El entorno microbiano en el tracto gastrointestinal impulsó a las células inmunitarias que se encuentran allí a proteger el cerebro, según los investigadores, defendiéndolo de los máximos efectos del traumatismo. Lo encontrado sugiere que modificar la configuración microbiótica del intestino puede convertirse en un método innovador para prevenir derrames.
“Esto podría ser especialmente útil en pacientes de elevado riesgo, como aquellos que se someten a una operación quirúrgica cardiaca o aquellos que tienen múltiples vasos sanguíneos obstruidos en el cerebro”, puntualizó el informe del equipo.
Los expertos aseguran que se necesitan investigaciones adicionales para averiguar exactamente qué componentes bacterianos suscitaron las señales que fomentaron la actividad protectora.
Sin embargo sí saben que los microorganismos no interactuaron químicamente con el cerebro, sino que más bien influyeron en la supervivencia neural al modificar el comportamiento de las células inmunitarias.
“Las células inmunitarias del intestino se abrieron paso hasta las cubiertas exteriores del cerebro, las meninges, donde organizaron y dirigieron una respuesta ante el derrame”, argumentó el especialista en neurociencias.
Washington, 31 marzo 2016
Crónica Digital / PL