Expertos determinaron que hay dos agujeros negros supermasivos en el centro de Markarian 231, la galaxia con quásar más cercana a la Tierra, publicó hoy la revista Amazings.
El descubrimiento sugiere que los sistemas binarios de agujeros negros son más comunes de lo creído en el universo, y que los que tienen tanta masa se forman a través de fusiones violentas entre agujeros.
El equipo internacional de Xinyu Dai, de la Universidad de Oklahoma en Estados Unidos, observó la radiación ultravioleta emitida desde el centro de Markarian 231, a partir de anotaciones hechas con el Telescopio Espacial Hubble, y después aplicó un nuevo modelo al espectro de la galaxia.
La publicación resalta que de este modo, se obtuvieron evidencias de la existencia de tal pareja, y que con el paso del tiempo, los dos colisionarán y se fusionarán entre sí, dando lugar a uno todavía más masivo.
El texto recuerda que los agujeros negros suelen ser de dos clases: supermasivos, que poseen desde un millón hasta varios miles de millones de veces la masa del Sol, y están ubicados en el centro de galaxias; y los de masa estelar tienen, con una masa cercana a la de una estrella masiva típica (entre 3 y 20 veces la del Sol).
“Estos últimos son básicamente cadáveres recientes de estrellas prensados sobre sí mismos por su propia gravedad, al faltarles la fuerza que las mantenía “hinchadas”. Una vez alcanzado ese estado colosal de compresión, el campo gravitacional del agujero negro se vuelve tan poderoso que absorbe todo lo que pase cerca”, dijo Dai.
Una de las características de esto fenómenos cósmicos es que incluso devora la luz, y por ese motivo no emite ni refleja alguna.
La palabra “quásar” se deriva de la frase Quasi Stellar Object (objeto casi estelar) creada en 1963 para definir una nueva clase de objetos celestes descubiertos en el transcurso de conjuntas observaciones ópticas y radioastronómicas.
Washington, 31 agosto 2015
Crónica Digital / PL