El nueve de enero la UDI pide disculpas a la ciudadanía,[1] en dicha declaración se afirma que no existiría una responsabilidad institucional, en el llamado caso PENTA. Ernesto Silva presidente de la colectividad, reconocía con “humildad y responsabilidad” las “irregularidades”.
En esa declaración el partido de los empresarios, pretende el perdón de la sociedad chilena, el gesto político y comunicacional sin embargo era acompañado de otra estrategia, la necesidad imperiosa de realizar una verdadera operación rastrillo, en busca de cualquier tipo de irregularidad de la coalición gobernante, en el ánimo de ubicar a todo el espectro político en el mismo nivel de corrupción.
Tampoco había que dejar los pies en la calle, ni desgastarse los ojos revisando cuentas, era cosa de preguntar entre los amigos, así se abrió el link SOM y la relación con algunos parlamentarios oficialistas, eso mientras la revista Qué Pasa logra el anhelado empate denunciando el suculento negocio del hijo y nuera de la presidenta, de ahí en adelante se desata un vendaval de críticas en las redes sociales y por supuesto la caída libre en las encuestas más recientes[2].
Respirando hondo, pero no entregándose al relajo, los residentes de calle Suecia 286 se atreven a proclamarse como los nuevos custodios o parteros del nuevo trato,[3] cuyo fin último, sería sentar las bases de una institucionalidad más creíble, para el espacio político formal. Según los medios uniformados de información, la propuesta elaborada por Viera- Gallo, Beyer, Ferreiro y Larroulet, tendrían como objetivo castigar ahora sí, con su escaño a los que atenten contra la nueva ley de financiamiento electoral, incluiría además una estricta declaración de intereses, el fin del fuero parlamentario, en fin, rodear con ajo el Banco del Estado, regar con agua bendita el patio de los naranjos y bla… bla…
Para los que dejaron de aliñar sus ensaladas con limones, olvidaron el sabor de las paltas, y la pescada se volvió un lujo, resulta ofensivo y obsceno este desfile de millonarias transacciones; donde se roba al Estado, se daña la fe pública con uso de información privilegiada -y en última instancia- se alardea con procesos judiciales donde probablemente ocurra poco y nada.
La sociedad chilena ya no está para disculpas ni arreglos de café. Necesita hechos concretos. Mientras no haya renuncias, destituciones, cárcel para los involucrados, mientras la ciudadanía no tenga derecho a revocar el mandato de diputados, senadores o jefes de Estado, los abusos van a continuar y los abusadores de cuello y corbata, escondidos en sus edificios corporativos, en sus escaños del parlamento, disfrutando de autos último modelo y de favores de todo tipo, seguirán en la impunidad pornográfica de las sombras.
[1] “Lamentamos lo ocurrido y nos disculpamos ante la ciudadanía por cualquier conducta individual de alguno de nuestros militantes que suponga un financiamiento de campañas políticas de manera irregular” . La Tercera . – 09/01/2015
[2] http://www.cadem.cl/wp-content/uploads/2015/03/Track-PP59-Febrero-S4-VF.pdf http://www.adimark.cl/es/estudios/documentos/12_eval%20gobierno%20feb_2015.pdf
[3] Silva comprometió toda la colaboración del partido para “construir una nueva etapa de un marco regulatorio para financiar las campañas y los partidos políticos, que asegure la total transparencia de todos los aportes que se efectúen, bajo un estricto régimen de fiscalización que impida prácticas indebidas y sancione a quienes lo incumplan”. El Mercurio. Sábado 10 de enero de 2015
Por Omar Cid
Santiago de Chile, 4 de marzo 2015
Crónica Digital