Expertos checos comprobaron que determinados trucos, rasgos faciales y actitudes hacen parecer más inteligentes a algunas personas, aunque entre mujeres y hombres los efectos no son los mismos, divulgó hoy aquí la revista Plos One.
En uno de los experimentos, los participantes debían juzgar a las personas que aparecían en una serie de imágenes; algunos de los fotografiados lucían gafas de pasta, otros sin montura y el resto no las llevaban.
Los voluntarios opinaron que quienes usaban lentes parecían tener éxito y eran inteligentes, independientemente del vestuario y el peinado, por ejemplo; además, consideraron mejor parecidos a los de cara descubierta y a los de lentes de montura fina antes que a los “gafapasta”.
Entre las mujeres el asunto cambia: los participantes no podían juzgar de la misma manera la posible inteligencia de las féminas fotografiadas; muchos explicaron que a ellas se les observa de un modo distinto, y que su atractivo físico interfiere en las opiniones.
Por otra parte, el estudio analizó determinados rasgos faciales que pueden aparentar inteligencia, entre ellos una cara, barbilla y nariz alargadas y la separación entre los ojos.
La investigación, desarrollada por un equipo checo proveniente de la Agencia Czech Grant y la universidad Charles de Praga, reveló por otra parte que tanto en la expresión oral como en la escritura emplear términos extensos y complicados, si no son necesarios, puede generar un efecto contrario al deseado.
Praga, 26 febrero 2015
Crónica Digital / PL