Estados Unidos invirtió en Afganistán más de 103 mil millones de dólares en los últimos 13 años pero los esfuerzos para desarrollar ese país culminaron en un fracaso abismal, señala hoy el diario Stars and Stripes.
El rotativo cita declaraciones del Inspector General para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR), John Sopko, encargado de supervisar las actividades y gastos de las agencias federales estadounidenses en dicha nación asiática, a las que acusó de tener una cultura burocrática además de carecer de liderazgo y de una misión clara.
“Parece que nadie es responsable de nada en Afganistán, excepto para recibir el dinero de las asignaciones y cuando hablo con los diplomáticos de la embajada estadounidense no veo quién está a cargo del desarrollo de la economía local”, añadió el funcionario.
La oficina que dirige Sopko, integrada por 200 auditores e investigadores, ha emitido más de 160 informes desde 2012, los que detallaron el derroche de las agencias federales y los contratistas norteamericanos, pero no ha habido medidas concretas contra los responsables, añade el Stars and Stripes.
El funcionario culpó al Gobierno de Estados Unidos por no tener una percepción correcta sobre las capacidades de los militares afganos.
Al respecto puso como ejemplo que el Pentágono gastó más de 500 millones de dólares en aviones de transporte para la fuerza aérea de ese país y después los aparatos fueron destruídos y vendidos como chatarra por 32 mil dólares.
Una investigación oficial reciente anunció que Estados Unidos dejará abandonados en Afganistán armamentos y vehículos militares por un valor superior a los siete mil millones de dólares tras la retirada del grueso de sus fuerzas en diciembre de 2014.
Ante la premura por la salida de las tropas, los militares norteamericanos han destruído alrededor de 77 mil toneladas de vehículos y otros equipos, una acción sin precedentes en la historia de las fuerzas armadas del país norteño.
Unos 33 mil militares estadounidenses están desplegados actualmente en territorio afgano, y la Casa Blanca espera reducir esa agrupación de forma progresiva en los próximos meses.
Desde que Estados Unidos inició la guerra contra Afganistán en octubre de 2001, más de dos mil 350 norteamericanos murieron en ese país, y otros 17 mil 700 resultaron heridos, mientras el costo total aproximado de la contienda para Washington rebasa el billón de dólares, según datos oficiales.
Washington, 19 noviembre 2014
Crónica Digital