En horas de esta mañana, una delegación de la Coordinadora por la Defensa de ARCIS se apersonó en las oficinas del Ministerio de Educación, con el fin de hacer entrega de una Carta en la que se solicita la mayor objetividad de las autoridades en el análisis y conclusiones a emitir, como consecuencia de la investigación de que es objeto nuestra casa de estudios desde el 28 de abril, luego de haber recibido un correo anónimo en que se acusaba de una serie de irregularidades a nuestra Universidad.
La carta en comento señala lo siguiente:
Señor
Nicolás Eyzaguirre
Ministro de Educación
P R E S E N T E
Junto con saludarle, quien suscribe –la Coordinadora por la Defensa de ARCIS (CDA) y en representación de los centenares de estudiantes que le damos vida- venimos ante usted a solicitar la mayor rigurosidad y objetividad en las conclusiones que su cartera debe emitir como consecuencia de la investigación de que es objeto nuestra casa de estudios
En efecto, es de público conocimiento que el próximo 28 de octubre el Ministerio que usted encabeza debe dar cuenta de la investigación que se ha desarrollado durante exactos seis meses, y que nace de una denuncia anónima, a través de correo enviado al MINEDUC. Sin perjuicio de que, efectivamente, existen falencias administrativas, procesos de difícil gobernabilidad y otras debilidades institucionales que a diario vivimos quienes allí estudiamos, nos asiste la convicción de que todo aquello no es causal suficiente para concluir en una eventual sanción que ponga en riesgo la continuidad de ARCIS
La CDA, por su intermedio, viene a invitar a la División a cargo de la investigación a analizar en su amplia complejidad la viabilidad de nuestra casa de estudios, cuestión que supone un espectro mucho mayor del que últimamente se ha instalado a través de diversos grupos de interés.
Desde nuestra perspectiva, universidad ARCIS posee un valor institucional irremplazable. Su alto patrimonio simbólico comienza a construirse en los difíciles momentos de persecución política dictatorial, transformándose en un refugio para muchos de quienes luchaban por la anhelada libertad de nuestra sociedad. Sus aulas, a lo largo de sus tres décadas, han sido, sin lugar a dudas, importantes aportes a la producción de pensamiento crítico, transformador. Los valores empujados desde su visión-misión son parte de nuestra identidad y la de miles de hombres y mujeres que han egresado de nuestra casa de estudios.
Hacer caso al interés de cercenar un proyecto alternativo, como lo es el de ARCIS, es ceder a la vorágine del modelo imperante, es medir con cánones empresariales y neoliberales una matriz que es de suyo social y que pone en su centro el desarrollo intelectual de sus estudiantes, el aporte social de su academia. Un eventual cierre dejaría en el olvido las matrices críticas de pensamiento, los talleres, ensayos, seminarios y publicaciones de renombrados intelectuales, muchos de los cuales aún imparten academia en nuestra casa de estudios. Un cierre de ARCIS es más bien un cierre de lo distinto, es deconstruir un espacio que ya forma parte de nuestro país.
El actual escenario indica que ARCIS se halla en medio del fuego cruzado de fuerzas políticas que se enfrentan. Será tarea del ministerio proteger a sus estudiantes, académicos y funcionarios. Está en manos del MINEDUC evitar que las rencillas de partidos políticos tengan como trofeo la extinción de ARCIS.
ARCIS debe subsistir. La mayoría de la comunidad universitaria está en disposición a aportar en dicho sentido. De ahí que no es casual que muchos académicos y funcionarios, a pesar de las debilidades financieras, han continuado con sus clases y tareas funcionarias. ARCIS debe sobrevivir. La época de cambios por la que atravesamos reclama de profesionales de nuevo tipo, en ello, nuestra casa de estudios ha sido creativamente generosa, no es dable pensar en un cierre. Lejos de realizar juicios de valor, entendemos que la comunidad arciana se ha manifestado de las más diversas formas, sin embargo, el espíritu mayoritario apuesta por una solución consensuada, cuyo eje sea el diálogo. Ese es el espíritu de quienes nos reunimos en la CDA, a cara descubierta y con un sinnúmero de ideas a proponer. ARCIS debe pervivir, y debe hacerlo como una universidad que debe complejizarse aún más. Resulta impensable que nuestro proyecto universitario tienda a jibarizarse o que voltee a ideas mercantiles poniendo énfasis en la viabilidad económica por sobre la realización social. El Estado no puede abstraerse de la problemática.
Está en todos los elementos antes mencionados, la justificación seria que amerita la continuidad de esta ya histórica casa de estudios. La objetividad que exigimos supone dar cuenta de ello antes de cualquier resolución apresurada.
Con la convicción de que nuestra opinión ha de ser considerada, se despide con saludos cordiales;
Coordinadora por la Defensa de ARCIS
Santiago de Chile, 27 de octubre 2014
Crónica Digital