Las acciones del Estado Islámico (EI) en la frontera sirio-turca y las afueras de Bagdad, Iraq, ponen en duda la eficacia de la estrategia estadounidense para derrotar a los yihadistas, señala hoy el diario The Hill. ataques.
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El Departamento de Defensa asegura que los ataques aéreos han sido efectivos y detuvieron el impulso de la ofensiva de los radicales, pero analistas independientes refieren que el EI continúa su ofensiva y controla regiones considerables en Iraq y Siria.
En ese contexto, el presidente estadounidense, Barack Obama, sostuvo anoche una reunión con su equipo de seguridad nacional para analizar los resultados de la estrategia integral contra los yihadistas en Iraq y Siria.
El encuentro se realizó en medio de informes de que fuerzas del EI avanzan sobre zonas cercanas a la frontera entre Siria y Turquía, en particular sobre la ciudad de Kobani, en cuyas cercanías el Pentágono atacó hoy posiciones de los radicales armados.
Estados Unidos y Reino Unido lanzaron en total 24 bombardeos en la noche del martes y primeras horas del miércoles contra objetivos del EI en Iraq y Siria, confirmó el Pentágono.
Estas misiones elevaron a más de 260 el número de ataques, que comenzaron en territorio iraquí el 8 de agosto, y contra objetivos en Siria el pasado 23 de septiembre contra la voluntad del Gobierno de Damasco.
Por otra parte, el portaaviones estadounidenses USS Carl Vinson (CVN-70) llegará en los próximos días al golfo Pérsico para relevar a su similar USS George H. W. Bush (CVN-77) -que está desde junio en esa zona- con el fin de participar en los bombardeos contra los fundamentalistas.
El CVN-77, con un centenar de aviones a bordo, está acompañado por al menos cinco naves escoltas: el crucero con misiles guiados USS Philippine Sea (CG-58), los destructores misilísticos USS Truxtun (DDG-103), USS Roosevelt (DDG-80), USS Oâ�ÖKane (DDG-77) y USS Arleigh Burke (DDG-51).
La mayor parte de los aviones que participan en los bombardeos en Iraq están ubicados en instalaciones norteamericanas en la región, entre ellas: las bases aéreas de Al Udeid en Catar; la Ali al Salem en Kuwait, así como Al Dhafra en los Emiratos Árabes Unidos.
Además, las aeronaves teledirigidas (drones) y otros medios actúan desde la base aérea de Incirlik, en Turquía, aliado de Washington en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Según medios de prensa estadounidenses, desde esos lugares despegan los aviones que son responsables de dos tercios de los golpes aéreos contra blancos del EI, así como una proporción similar de las miles de misiones de espionaje aéreo que ha realizado el Pentágono en el área desde junio pasado.
El resto de la actividad de la aviación que bombardea esos objetivos ha sido responsabilidad del CVN-77.
Washington, 1 octubre 2014
Crónica Digital / PL