La policía británica inició hoy en la corte de Southwark las investigaciones y vistas orales sobre el asesinato a machetazos del soldado Lee Rigby por dos supuestos radicales islámicos en esta capital.
El inspector de Scotland Yard (Policía Metropolitana) Gran Mallon, afirmó que Rigby, de 25 años, regresaba vestido de civil de sus labores en la Torre de Londres, cuando fue atropellado por el auto donde viajaban los agresores el pasado día 22.
Los atacantes, identificados como Michael Adebowale, de 22 años, y Michael Adebolajo, de 28, ambos de origen nigeriano, supuestamente atacaron con machete y cuchillo al militar, en el sureño barrio de Woolwich.
Tras el incidente, los presuntos radicales islámicos quedaron cerca del cadáver y declararon que se trataba de una venganza por los musulmanes muertos en acciones bélicas de tropas británicas en otros países, en un vídeo mostrado por la televisión local.
Al llegar al lugar de los hechos, la policía disparó al menos en ocho ocasiones contra los dos jóvenes agresores nacidos en el Reino Unido que luego fueron hospitalizados, constató la cadena pública de radio y televisión BBC.
El primer ministro británico, el conservador David Cameron, en su momento se vio obligado a interrumpir una visita a Francia y consideró como un incidente terrorista lo ocurrido en Woolwich.
Para investigar el suceso y aplicar medidas de seguridad especiales, Cameron convocó a una reunión del llamado grupo Cobra, el cual incluye a todos los órganos de seguridad y defensa, así como a ministros claves del gobierno en esa esfera.
El Reino Unido mantiene en Afganistán a más de 30 mil uniformados, muchos de los cuales ya estuvieron implicados en hechos de violencia contra la población civil.
Un grupo de abogados presentó una demanda ante el Gobierno para liberar al menos a ocho de casi 90 afganos retenidos, sin juicio ni cargos presentados en su contra, en una base militar británica en el estado asiático.
Londres, 31 de mayo 2013
PL