Después de la identificación de los restos de sus familiares, chilenos exiliados en Alemania exigieron hoy nuevamente investigaciones contra los responsables de asesinatos políticos en su país. La ciudadana chilena María Cristina Miranda calificó en una entrevista con Prensa Latina de muy importante la identificación de su cuñado Lincoyán Berríos.
El militante comunista y otros de sus compañeros fueron detenidos y asesinados a mediados de diciembre del año 1976 por agentes de la policía política pinochetista DINA. Los restos de Lincoyán Berríos fueron identificados recientemente.
“Se dice que la esperanza es lo último que se pierde”, dijo Miranda.
“En un principio pensé que no habían esperanzas, pero sí, cuando utilizaron los nuevos métodos de identificación y fueron reconocidos los restos de otros desaparecidos las esperanzas revivieron en nosotros.”
El encuentro de los supuestos restos de Lincoyán Berríos fue hace casi 10 años. El tiempo transcurrido hasta la reciente identificación ha sido para la familia muy duro, dijo la chilena que vive en Alemania con su familia desde hace 39 años. “Ha sido una situación semejante a la que se vivió en Alemania después del término de la Segunda Guerra Mundial por parte de los familiares de los soldados que no regresaron”, agregó.
La identificación de los restos de su cuñado y de muchos otros desaparecidos significa el reconocimiento indiscutible de los crímenes cometidos durante la dictadura, dijo Miranda. “Y esto es muy importante también para las nuevas generaciones, para aquellos que nacieron al fin de ese tiempo y después”, subrayó.
Según la exiliada, muchos chilenos esperan consecuencias jurídicos para los responsables de los asesinatos políticos. “Hay algunos de los criminales que ya han sido procesados y condenados, sin embargo, los principales de ellos que fueron condenados están presos en “jaulas de oro”, criticó, calificándolos como “hoteles-prisión de cinco estrellas”.
Miranda se mostró convencida de que desde allí, los condenados incluso “aún determinan mucho del quehacer político y represivo, por ejemplo, del actual gobierno de Sebastián Piñera”.
Pero son muchos aún estos criminales sin identificar y también muy numerosos aquellos que fueron reconocidos, pero todavía siguen libres y sin castigo, agregó. Miranda dijo que nunca ha perdido los vínculos con su país. “A pesar de vivir casi 39 años en Alemania, me unen no solo los lazos familiares y los amigos que sobrevivieron la dictadura, sino también la preocupación por el presente y el futuro de Chile, la lucha por lograr lo que nos habíamos propuesto conseguir antes del golpe militar y con el gobierno de la Unidad Popular y con (el presidente Salvador) Allende y, eso es justicia, igualdad, fin a la miseria de tantos”, comentó.
Sí bien ella regresaría a Chile, “mis hijos se criaron en Alemania, mi hijo menor ha fundado una familia aquí y sin ellos, mis dos hijos y mis dos nietos no podría vivir”. Por lo demás, después de vivir aquí casi 39 años, este país se convirtió en su segunda patria, dijo: “Pues allí donde vivo, lucho y amo allí esta mi patria.” Y en Alemania – añadió – hay muchísimo por que luchar para conseguir una sociedad más justa y humana.
Por Harald Neuber
Berlín, 31 de julio 2012
Prensa Latina