Parlamentarios de la oposición, académicos y organizaciones defensoras de los derechos humanos en Chile, reivindicaron la misión del Museo de la Memoria, tras embestida contra ese espacio de sectores de ultraderecha.
El tema escaló aquí a la opinión pública, luego que la directora de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam) de Chile, Magdalena Krebs, denostó a la institución por no contener en sus muestras “la explicación” de los hechos que dieron origen al golpe de Estado.
“A la luz de la contingencia que vivimos hoy, sería una gran contribución que el Museo explicara los hechos anteriores al golpe, pues pondría una nota de atención sobre los límites, la necesidad de cuidar las formas, y los procedimientos democráticos”, afirmó la funcionaria.
Ante tales declaraciones el director de la entidad, Ricardo Brodsky y los parlamentarios Guillermo Teillier (Partido Comunista) y Jaime Quintana (Partido Por la Democracia) defendieron la existencia del Museo como un lugar que deje constancia de los horrores vividos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Brodsky acotó que lo expresado por la directora de Dibam podría apuntar a justificar los delitos de lesa humanidad cometidos durante los 17 años del régimen militar.
Este es un Museo cuyo punto de origen, su foco, son las víctimas, es un lugar de reparación moral a las víctimas de la dictadura y, por lo tanto, difícilmente podríamos admitir un contexto que justifique la violación a los derechos humanos, indicó.
El director del Museo manifestó que no cree que lo expresado por la funcionaria sea la opinión de La Moneda y recordó en ese sentido una reciente visita al recinto del presidente Sebastián Piñera, en la que quedó impresionado con lo que vio.
Teillier y Quintana pidieron un pronunciamiento del gobierno frente a la mirada de Magdalena Krebs, acusada además de suprimirle fondos a la citada instalación y a otros espacios que recuerdan en Chile a las víctimas de la dictadura.
También la directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Lorena Fries, lamentó que Krebs tenga ese punto de vista, si además se toma en cuenta su cargo, uno de los más importantes en el ámbito de la cultura.
Un artículo publicado este viernes en el diario local El Mostrador, titulado “La histórica irritación de Magdalena Krebs con el Museo de la Memoria”, señala que no sorprende la postura de la funcionaria si se acude a su origen.
Recordó el medio cómo su familia abandonó el país cuando triunfó el gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende (1970-1973) y sólo retornó tras el golpe de Estado.
Una campaña en las redes sociales consideró de hecho que la directora del Dibam debe dejar el cargo.
Santiago de Chile 29 de junio 2012
Crónica Digital