Un estudio difundido hoy en la revista Nature reafirma la teoría de que los dinosaurios eran homeotermos, los llamados animales de sangre caliente.
Investigadores del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont (ICP), sugirieron a partir del análisis de huesos de mamíferos que los dinosaurios, no eran poiquilotermos sino homeotermos.
Los poiquilotermos como, por ejemplo, los cocodrilos usan la temperatura ambiental para variar la corporal.
El debate sobre si estos animales prehistóricos son de sangre fría o caliente tiene más de 40 años.
La hipótesis que defiende que son poiquilotermos se basa en estudios de los huesos de dinosaurios en los que fueron encontradas estructuras llamadas LAGs, líneas de crecimiento que se presentan cuando el desarrollo del animal se detiene o ralentiza por condiciones ambientales desfavorables.
Dichas líneas nunca habían sido vistas en animales de sangre caliente, con algunas excepciones como la de los osos lo cual se achaca a ciclos vitales con ralentizamiento del metabolismo en época de frío.
Por tanto, la creencia en la inexistencia de LAGs en los huesos de los animales de sangre caliente constituía el sostén principal de la hipótesis de que los dinosaurios tienen la sangre fría.
Los investigadores españoles analizaron fémures de varias especies de mamíferos cazadas hace más de 60 años en África y traídas a Europa.
El equipo cortó los fémures y los incluyó en una resina hasta dejar una muestra de apenas 0,1 milímetros de grueso que fueron observadas en un microscopio óptico para analizar sus LAGs.
La pesquisa no pretendía entender más sobre la termofisiología de los dinosaurios, sino de los mamíferos actuales para entender mejor como los cambios ambientales afectan su crecimiento.
Los resultados de este estudio tienen una aplicación directa en los esfuerzos de conservación de especies de la fauna del planeta.
Londres, 27 de junio 2012
Prensa Latina