“Lo denunciamos en la Cámara Alta: ¿cómo y desde cuándo Essbio pasó de ser una empresa sanitaria a tener el rubro de negocio inmobiliario, esto por arrendar sus terrenos para alzar antenas celulares? Pues desde nunca, ya que es total y completamente ilegal”, respondió el Vicepresidente del Senado.
La situación radica en que Essbio dentro de su espacio territorial erige antenas, lo que para el senador Alejandro Navarro “tras nuestra solicitud de información hemos confirmado de parte de la misma Superintendencia de Servicios Sanitarios que esta acción está fuera de toda norma, es ilegal y… por qué no decirlo, también, inmoral para con los vecinos de la comuna de Talcahuano y Hualpén, quienes me informaron del hecho; por lo que exigiremos a la empresa arrancar estas antenas ahora, antes de obligarnos a recurrir en contra de ellos a la Justicia”.
Dentro de la respuesta que emitió el organismo de Estado y a la que se refiere el parlamentario del MAS, Navarro menciona que en “el artículo 8 de la Ley General de Servicios Públicos Sanitarios-DFL. MOP. N° 382/88- dispone que las sociedades anónimas que establezcan, construyan, exploten servicios públicos destinados a producir ydistribuir agua potable, también de recolectar y disponer de aguas servidas tendrán como único objeto esas prestaciones y no instalar antenas de telecomunicaciones, letreros de publicidad o cualquier otro tipo de instalaciones no relacionadas a laconcesión sanitaria”, señaló.
“Esto nos deja más que claro que Essbio se aprovechó en su calidad de empresa de lucrar a través del arriendo de estos terrenos para las corporaciones de telefonía y, lo más grave, a costas de los vecinos, a quienes nunca les pidieron permiso, ya que comohemos reiterado en varias ocasiones hay estudios, como el del profesor de la Universidad de Chile, doctor Andrés N. Tchernitchin, que también ha hecho presentaciones en el Congreso y que señala que las antenas sí provocan daños en la salud. Y eso no es todo: la plusvalía de las casas que se sitúan cerca delas antenas obviamente se ven mermadas, pues nadie teniendo en cuenta el peligro que es el estar cerca de una de ellas va a anhelar vivir alrededor”, explicó Navarro, quien enfatizó su petición de que “desde ahora y lo antes posible se retiren las antenas”.
Santiago 5 de junio 2012
Crónica Digital