El portero Claudio Bravo se erigió como héroe de la victoria de Chile ante Portugal, tras dejar imbatida su puerta en la tanda de penales en el primer partido semifinal de la Copa Confederaciones de fútbol.
Luego de 120 minutos sin anotaciones en el estadio Kazán Arena, los chilenos se acreditaron el primer boleto a la gran final del torneo al vencer en la lotería de los penales por 3-0, con disparos certeros de Arturo Vidal, Charles Aránguiz y Alexis Sánchez.
Por su parte, los intentos de los lusos Ricardo Quaresma, Joao Moutinho y Nani fueron despejados por Bravo, quien a la postre resultó seleccionado como el mejor jugador del encuentro.
De esta manera, La Roja de América consiguió otro triunfo en ese tipo de definiciones, tal y como sucedió en las finales de la Copa América (2015) y del Centenario (2016), en ambas ocasiones ante Argentina.
Ante una afición de 40 mil 885 espectadores, el partido inició con una gran oportunidad del delantero chileno Eduardo Vargas al minuto siete, quien falló un disparo tras quedarse solo frente al portero, mientras que un minuto después Andre Silva erró de igual manera ante Bravo.
Durante la primera media hora de juego, los intentos de ambos equipos por aproximarse al campo rival sucedieron una y otra vez, con preponderancia para Portugal, que hasta ese momento realizó seis disparos, dos de ellos entre los tres palos, por tres (1) los suramericanos.
Aunque, a falta de 10 minutos para el final de la primera parte, y alentados por sus aficionados los sudamericanos propusieron más que los europeos, en pos de abrir el marcador a su favor, pero la defensa lusa frustró varias de sus internadas por los laterales.
Los primeros 45 minutos del partido concluyeron con un favorable promedio del dominio del balón para los representantes andinos del 56 por ciento, mientras que los ibéricos realizaron siete disparos a puerta por solo cuatro sus rivales.
En la segunda mitad del encuentro, Cristiano Ronaldo tuvo, cerca de la hora, la primera oportunidad de abrir el marcador, al realizar un disparo dentro del área, el cual fue rechazado también por Bravo.
Asimismo el cancerbero luso Rui Patricio exhibió sus dotes al detener un disparo de media volea de Vargas, que amenazó con sorprender e internarse en el fondo de las redes, momentos después.
Nuevamente, una jugada de Ronaldo al minuto 71 estuvo a punto de inaugurar la pizarra, que él mismo inició por la parte izquierda de la cancha y terminó por rematar desde la derecha, aunque su disparo fue desviado por la defensa chilena.
A los 85 minutos de partido, el propio delantero portugués estuvo de nuevo a punto de
poner delante a su selección, pero su disparo de cabeza se fue justo pegado al primer palo.
La parte complementaria del encuentro concluyó sin goles, por lo cual se debió buscar la definición en tiempo extra, cuya primera mitad prevalecieron más los cánticos de los chilenos que las buenas ocasiones de gol.
En los últimos 15 minutos de juego, Chile propuso mejor juego y se mostró más activo a la ofensiva, pero la mala fortuna con tres disparos a los postes les privó de abrir el marcador y con ello llevarse una inminente victoria sin necesidad de definir el encuentro en la tanda de penales.
Con este éxito, los chilenos superaron por vez primera a los portugueses en el tercer encuentro efectuado entre ambos, puesto que en los anteriores habían sido derrotados por 2-4 en 1928 y en el segundo empatado por 1-1 en 2011.
Kazán, Rusia, 29 de junio 2017
Crónica Digital /PL