Dentro de las cosas más preocupantes en la previa del encuentro ante Camerún, era el potencial “salto de calidad”. Claudio Bravo sigue en su proceso de recuperación, y la posibilidad de que Alexis Sánchez sumara minutos en el debut de la “Roja” era lejana. Ambos jugadores son referentes indiscutidos y ‘embajadores’ del nivel más alto en el fútbol de élite.
Sin embargo, independiente de los reemplazos dispuestos por Pizzi, el primer tiempo a ratos fue un vendaval de presión ofensiva, intensidad en la recuperación y hambre de anotar. ¿Lo negativo? La ausencia de goles malogró en parte la inmensa superioridad -en cuanto a estilos- de la selección chilena por sobre la africana.
Probablemente, la imagen que resumió los 45 minutos iniciales fue la polémica del día: el hermoso gol de Eduardo Vargas anulado gracias al VAR (Video Assistant Referee), después de una maravillosa asistencia de Arturo Vidal. La impotencia y el enojo podrían haber sido un factor en contra, cosa que se sintió en el comienzo de la segunda fracción.
El gran circuito que había generado la recuperación de los habituales mediocampistas -Díaz, Aránguiz y Vidal-, en conjunto al ida y vuelta de los laterales -Isla y Beausejour-, sumado al adelantamiento frontal de los centrales -Medel y Jara-, dejó de funcionar hasta que entraron Sánchez, Valencia y Silva. El técnico nacional supo ordenar el medioterreno y rearmarse a partir de una situación ya vista: el dominio no se manifestaba en el marcador.
Entre algodones, Alexis fue clave. Sus primeros minutos en la cancha fueron bastante erráticos, no lograba encajar en el andamiaje ni hacer el aporte digno de su calidad. Pero tal como se ha repetido en muchas ocasiones, este grupo no sabe tirar la toalla. Machacó hasta encontrar un pase directo de “Maravilla” a un estupendo cabezazo del “Rey”. Valencia y Silva ingresaron “enchufados”, uno con una buena pegada y distribución (aparte de su gran asistencia a Sánchez en la previa del segundo gol), y el otro para afirmar un elenco que por momentos estuvo desestabilizado, aunque sin pasar muchas zozobras.
El gol de Vargas -nuevamente con polémica del VAR- resultó dada la jerarquía de la construcción de una jugada que, afortunadamente, tuvo a Alexis como protagonista en un contexto donde el espacio se empezó a abrir. Camerún no tuvo más opción que salir a buscar “algo”, si es que su reducida estrategia lo conseguiría por sí misma.
Sin duda, el desafío escalará el día jueves. Alemania lleva un equipo “alternativo”, pero no por eso con un bajo nivel. Sus seleccionados siguen siendo titulares y piezas claves de los mejores clubes europeos, por lo que se debe tratar con el mismo respeto y una idéntica rebeldía a la que estamos acostumbrados desde hace 10 años. Cuando hubo menos fuerzas, la selección sacó los conejos del sombrero y ahora, necesita encontrar un nuevo salto. Uno con más calidad y digno de entrar -nuevamente- en la historia de nuestro fútbol.
Por Vicente Vásquez Feres
Estudiante de Periodismo
Universidad Católica de Chile.
Santiago de Chile, 19 de junio 2017
Crónica Digital