En correspondencia a sus legítimas atribuciones y por amplia mayoría, el Comité Central de nuestro Partido Socialista, tomó la resolución de nombrar al abanderado que lo represente en las próximas elecciones primarias del bloque de la Nueva Mayoría, una vez que se constituya con sus nuevos miembros, los que fueron electos de forma ampliamente participativa el recién pasado 26 de Marzo.
Dichas elecciones han confirmado que es el Partido Socialista, la fuerza política que convoca al mayor número de votantes, un poco más de treinta mil, cuando se procede a la nominación de sus autoridades político partidarias. Este dato de la realidad ya lo quisieran otras formaciones partidistas en el país.
Ahora hay que nominar un líder para Chile. Se trata de una decisión relevante de la cual debe surgir un representante capaz de dar continuidad y renovación al proyecto político que permita reagrupar una mayoría nacional lo suficientemente ancha como para lograr un respaldo que permita seguir gobernando a Chile. Para ello hay que unir y no dividir.
Quien tome esta tarea debe ser un personero respetado, que entregue la seguridad de guiar certeramente el país, en una etapa compleja, en que hay mucho descontento y desánimo, nacional e internacionalmente. Hay que saber reagrupar y conducir las fuerzas para vencer.
Hoy los pueblos exigen más y no se puede improvisar. La tarea de abrir nuevos horizontes no es sinónimo de una labor en la que se llega a dar los primeros pasos y aprender no importando los costos que ello signifique. Hay abundantes ejemplos que así lo indican.
Por el contrario, la ética socialista nos sitúa ante una responsabilidad social que debe ser abordada con el máximo de preparación y de seguridad en el camino a seguir. Por eso, hay que respaldar a los miembros recién electos que con su investidura plena de energías, tienen todas las condiciones para decidir.
No caben cuestionamientos absurdos, que no reconocen o no asumen el rico ejercicio democrático que los socialistas acaban de realizar el 26 de Marzo. Ante la fuerza y la legitimidad con que cuentan esos representantes, miembros del Comité Central, que vendrán desde todo el país, los rezongos que tanto se aplauden en ciertos medios, son enteramente desafortunados.
Somos un Partido popular, que tiene una historia y un patrimonio que preservar, con una institucionalidad y una representatividad que otros no tienen y sueñan con llegar a tenerla, desde esta condición con un personero como Ricardo Lagos, podemos influir decisivamente en el reordenamiento del escenario político y otorgarle a la Nueva Mayoría, el liderazgo nacional que requiere.
Camilo Escalona Medina
Vicepresidente Nacional
Partido Socialista de Chile
Santiago de Chile, 2 de abril 2017
Crónica Digital