La ex ministra de Defensa dijo tener información sobre llamadas telefónicas recibidas por miembros de distintas agrupaciones en las que se les ha ofrecido dinero a cambio de que trabajen para la candidatura de Piñera.
“La gente vota por otras cosas, no se deja influir por el dinero. A lo mejor alguna, sí, sin duda, yo ya he escuchado en estos tres días post elecciones que han llamado a gente, militantes de algunos partidos, ofreciéndoles incluso pagarles todas las deudas”, afirmó.
Bachelet, quien se enfrenta a una abarcadora campaña del millonario empresario por robarle votos del centro político, rehusó dar nombres específicos, aunque aclaró que en la lista de “compra” hay nombres importantes.
“Nosotros no vamos a hacer ni una campaña sucia, ni una acusación infundada, ni tampoco descalificaciones, pero una cosa sí vamos a hacer, es decir las cosas por su nombre”, subrayó la postulante oficialista visiblemente enojada.
Piñera, en tanto, reaccionó “indignado (y) con mucho dolor” y en el mismo programa de Chilevisión en en el cual ella fue entrevistada dijo que su contrincante “está faltando a la verdad”, en el sentido de que “no hemos ofrecido un peso a nadie”.
El candidato de la Alianza por Chile, que integran los dos principales partidos de la derecha opositora, lamentó que Bachelet esté “entrando a un camino equivocado” y resaltó que se trata “de una acusación extraordinariamente grave”.
“Ella no dice quien habría llamado, ni a quien habrían llamado. Tira la piedra e inmediatamente después esconde la mano”, enfatizó tras insistir que jamás su comando ha ofrecido un peso a ninguna persona para que se incorpore.
El empresario, quien posee una fortuna superior a los mil 200 millones de dólares, pidió a Bachelet que no falte a la verdad y que “si está complicada con los votos, gáneselos, pero en buena lid, con buenas propuestas, con buenas ideas, y no con descalificaciones”.
Piñera, que obtuvo el derecho a pasar a la segunda vuelta electoral al quedar en segundo lugar, con 25,41 por ciento de los votos el pasado domingo, reconoció no obstante haber hechos “llamados legítimos” a distintas personas, pero sin ofrecer nada a cambio.
La médico socialista, favorita para convertirse en la primera mujer que gobierna en Chile, obtuvo el 45,95 de votos, 20 más que Piñera, pero por debajo de lo esperado. Sumados los votos de Joaquín Lavín, que también compitió por la derecha, la pone en una clara de desventaja.
El empresario derechista presentó ayer en un lujoso hotel capitalino al que denominó “el nuevo comando humanista cristiano”, integrado en su mayoría por militantes y ex militantes de la Democracia Cristiana que desertaron del principal partido del gobierno.
Santiago de Chile, 15 de diciembre 2005
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