En 1940, reflexionando sobre los derechos de la mujer, Amanda Labarca se preguntaba “¿Cuál progreso? ¿Dónde estamos? Nos hemos empeñado en una batalla por nuestra emancipación y mejoramiento, muy parecida a la que libran los obreros del mundo. Como ellos, exigimos condiciones económicas mejores, educación más amplia, reconocimiento más completo de nuestra importancia como individuos y como grupo”. Más de 80 años después, las palabras de quien fue la primera académica mujer de la Universidad de Chile resuenan por su vigencia. Aunque se han dado grandes avances en materia de equidad de género, lo cierto es que las mujeres aún son discriminadas por simplemente ser mujeres, ganando menos que sus pares hombres, teniendo menos acceso a cargos de poder y a carreras que aún son vistas como de “ámbito masculino”.
Las paradojas de la lucha que aún da la mujer por abrirse espacios en el siglo XXI quedaron de manifiesto en el panel “Mujeres rectoras: cambio cultural y educación pública”, que de forma inédita reunió a las tres mujeres que hoy ostentan el cargo de máxima autoridad en universidades estatales: las recientemente electas Elisa Araya Cortez, Rectora de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE); Marisol Durán Santis, Rectora de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM); y Natacha Pino Acuña, Rectora en ejercicio de la Universidad de Aysén.
Natacha Pino, elegida Rectora en julio de 2019 con amplia mayoría, planteó que son los cambios sociales los que se ven reflejados al interior de las instituciones y que “es muy importante tener una comunidad dispuesta a ser liderada por una mujer, y a trabajar en un proyecto distintivo”. Asimismo, destacó el trabajo comunitario y colaborativo que se está dando dentro de su universidad.
Para Elisa Araya, Rectora electa de la UMCE, la problemática de la desigualdad de género está arraigada en un modelo patriarcal y mercantil que segrega por género, pero también por lugares de trabajo y prestigio social. “La carrera de ser docentes está tremendamente desprestigiada y en ella, sobre todo las mujeres, tenemos que hacer muchos esfuerzos para conseguir buenos salarios. Tener esta posición hoy de Rectora me da la oportunidad de hablar de estos temas libremente y creo que es válido usar este espacio para plantearlo”, señaló.
Por su parte, la Rectora electa Marisol Durán, afirmó que, frente a la existencia de segregación vertical y horizontal dentro de la UTEM, su gestión se enfocaría en cambiar ese status quo. “Desde mi lugar promoveremos el acceso más equitativo a las carreras del área tecnológica, que es el fuerte de nuestra Universidad y donde las mujeres aún son minoría, al igual que esperamos dar más oportunidades a las académicas a acceder al grado de Magíster y Doctora”, señaló.
“Quiero dejar en claro el compromiso de nuestra Universidad con la causa de terminar con la desigualdad de género, sobre todo en el ámbito académico, donde es muy fácil esconder las desigualdades en la medida en que no se señala el problema y no se denuncia. Hay que justamente visibilizar esas injusticias”, señaló por su parte el Rector Ennio Vivaldi, quien también participó de la jornada.
Por su parte, la Vicerrectora de Extensión y Comunicaciones, Faride Zerán, destacó el papel que ha jugado el movimiento feminista en Chile para comenzar a reflexionar sobre “el cuestionamiento al patriarcado, la reproducción de los roles de género” y “la demanda de la educación pública alejada de las lógicas mercantiles y sexistas del modelo”.
En esa línea, Roxana Pey, coordinadora de la Cátedra Amanda Labarca y moderadora del panel, reforzó la idea, haciendo hincapié en las brechas de género dentro de la Academia. “En el CRUCH, las mujeres ocupan solo el 30 por ciento de las vicerrectorías y el 22 por ciento de los decanatos; ellas se concentran en las jerarquías más bajas y son escasas en la jerarquía titular. Hay que decirlo, muy pocas han llegado a ser rectoras”, señaló.
Una problemática común y que se ha profundizado debido a la crisis sanitaria es el autofinanciamiento que deben emprender las universidades, incluso aquellas que llevan el rótulo de “estatales”.
La Rectora de la Universidad de Aysén, Natacha Pino, advirtió que hoy el sistema “nos obliga a una lógica de competencia constante, donde las universidades deben pelearse por los recursos disponibles”, y señaló que las instituciones de educación superior y las de niveles primarios deben transitar hacia un “modelo integral de educación financiada por el Estado”.
Coincidió con esa visión Marisol Durán, Rectora electa de la UTEM, quien además lo vinculó con la redacción de la Carta Fundamental, donde debiese quedar estipulada como “concepción constitucionalmente la educación en general como derecho social garantizado por el poder público y la educación superior como condición del desarrollo país”, planteó.
En esa misma dirección, la Rectora electa, Elisa Araya, reiteró la demanda de “educación gratuita, de calidad y diversa” y señaló que, en el caso de la UMCE, esperan “retomar su labor histórica como formadores de profesores y profesoras en el siglo XXI, pensado en el Chile real y re-humanizando la educación”.
Durante el encuentro, las rectoras también hablaron sobre la necesidad de abrir los debates internos en torno a temas como el acoso laboral y sexual dentro de las instituciones –Marisol Durán se refirió a casos que se están investigando–; la participación de los estudiantes en la elección de sus autoridades –”¿por qué los estudiantes no pueden votar por su rector o rectora y sí por el Presidente de la República?, cuestionó Elisa Araya–; y sobre la importancia de llegar efectivamente a los territorios –“en Aysén queremos que la comunidad pueda participar y, desde esos saberes, devolver una contribución real desde la Universidad”, resumió Natacha Pino.
Santiago, 2 de julio 2021.
Crónica Digital.