Solo que la reunión de este sábado se produjo después de un paréntesis obligado debido a la pandemia de la Covid-19, que todavía está extendida por todo el país.
Trump aseguró a sus seguidores que era ‘más fuerte que nunca’ y que ‘dentro de cinco meses vamos a derrotar al dormilón Joe Biden’, como suele referirse a su seguro retador por el Partido Demócrata el 3 de noviembre.
El gobernante intentó pintar a Biden, el exvicepresidente de 77 años y senador de Delaware durante mucho tiempo, como alguien que presenta decadencia mental y al mismo tiempo trató de crear temores. ‘Cuando las cosas se pongan feas, Biden siempre cederá ante la izquierda radical’, expresó Trump.
La manifestación ocurrió en medio de una combinación de crisis nacionales. La pandemia del coronavirus SARS-Cov-2 mató a más de 120 mil personas en Estados Unidos y ello a su vez provocó la peor crisis económica desde la Gran Depresión en 1929.
Por otra parte, las protestas persisten por más de tres semanas por la muerte de George Floyd, un hombre negro desarmado que fue asesinado por un policía blanco de Minneapolis el 25 de mayo.
La ola de indignación nacional llamó la atención sobre la brutalidad policial y la injusticia racial, un reclamo que trascendió las fronteras del país.
Pero no se mencionó la muerte de Floyd o el día festivo por el fin de la esclavitud el 19 de junio de 1865. Las referencias del ocupante de la Oficina Oval al nuevo coronavirus SARS-COV-2 fueron en su mayoría poco serias e hicieron solo una alusión pasajera al creciente número de muertes, reseñó el diario The Hill.
Como ha hecho hasta ahora, el mandatario repitió que su manejo del virus ha sido ‘fenomenal’ y consideró a las pruebas como un ‘arma de doble filo’. Bromeó incluso diciendo que había dado instrucciones a los ayudantes para ‘retrasar las pruebas’ para evitar identificar demasiados casos. ‘Es una enfermedad, sin duda, tiene más nombres que cualquier otra enfermedad en la historia. Puedo nombrarla Gripe Kung’, expresó Trump, usando un apodo racista para el coronavirus SARS-Cov-2 que causa la Covid-19, cuyo brote inicial se registró en China.
El presidente se atrincheró en su oposición a los crecientes llamamientos para retirar las estatuas y renombrar las instalaciones militares que llevan los nombres de los líderes confederados.
‘La desquiciada turba de izquierdas está tratando de vandalizar nuestra historia, profanar nuestros monumentos, nuestros bellos monumentos, derribar nuestras estatuas’, subrayó en su tono.
El mitin del sábado, anunciado como el gran regreso de Trump a la campaña y como la oportunidad para levantar el ánimo del presidente, no cubrió las expectativas de un Trump que ve caer sus números de aceptación y sigue detrás de Biden en las encuestas.
El evento atrajo una gran cobertura mediática, pero las imágenes en el terreno no estuvieron a la altura de lo que esperaban y las burlas no faltaron ante la poca asistencia a la arena de Tulsa.
Así que es probable que este domingo algunos de los titulares enfurezcan a Trump. Ya se sabrá en Twitter.
Washington, 21 junio 2020
Crónica Digital/PL