Al referirse a Braida, el sumo pontífice señaló que es el encargado de las traducciones y también de los discursos del papa y añadió que ‘él supervisa todo y por eso quise que estuviera aquí hoy y me trajera la encíclica’.
Con él, precisó, vinieron dos traductores, Antonio, traductor de lengua portuguesa, tradujo del español al portugués; y don Cruaz, español, quien un poco supervisó las otras traducciones del original en español.
Lo hago como señal de gratitud a toda la Primera Sección de la Secretaría de Estado que trabajó en la redacción y traducción, apuntó Francisco, quien tras suscribir el texto exclamó: son humildes estos traductores, se esconden.
El Vaticano, 3 de octubre 2020
Crónica Digital/PL