Estuve en prisión bajo la dictadura militar en Brasil. Durante mis cuatro años en la cárcel, me encerraron en celdas solitarias en el DOPS de Porto Alegre y en la capital paulista, y también en el Estado de São Paulo, en el cuartel general de la PM, en el Batallón ROTA, en la Penitenciaría del Estado en Carandiru y en la Penitenciaría Presidente Venceslau.
Por eso, comparto 10 consejos para ayudar a pasar mejor este período de encierro forzado por la pandemia:
- Mantén el cuerpo y la cabeza juntos. Tener el cuerpo confinado en casa y la mente enfocada hacia afuera puede causar depresión.
- Crea una rutina. No te quedes en pijama todo el día, como si estuvieras enfermo. Establece una agenda de actividades: ejercicio físico, especialmente aeróbico (para estimular el sistema respiratorio), lectura, limpieza de armarios, limpieza de habitaciones, cocina, búsqueda en internet, etc.
- No pases todo el día delante de la televisión o el computador. Diversifica tus ocupaciones. No hagas como el pasajero que se queda en la estación todo el día sin la más mínima idea del horario del tren.
- Usa el teléfono para hablar con familiares y amigos, especialmente los ancianos, los vulnerables y los que viven solos. Entretenerlos les hará bien, y a ti también.
- Dedícate al trabajo manual: repara equipos, arma rompecabezas, cose, cocina, etc.
- Juegos mentales. Si estás en compañía de otras personas, establece una hora del día para jugar al ajedrez, a las damas, a las cartas, etc.
- Escribe el diario de la cuarentena. Aunque no tengas intención de que otros lo lean, hazlo para ti mismo. Poner ideas y sentimientos en el papel o la computadora es profundamente terapéutico.
- Si hay niños u otros adultos en casa, comparte las tareas domésticas con ellos. Organiza un programa de actividades, momentos de convivencia y momentos en que cada uno vaya a su aire.
- Medita. Incluso si no eres religioso, aprende a meditar, ya que esto vacía tu mente, sujeta tu imaginación, evita la ansiedad y alivia la tensión. Dedica a la meditación al menos 30 minutos al día.
- No te convenzas de que la pandemia terminará pronto o que durará tantos meses. Actúa como si el período de reclusión fuera a durar mucho tiempo. En prisión, nada peor que un abogado que asegura al cliente que recuperará su libertad en dos o tres meses. Esto desencadena una expectativa agotadora. Así que prepárate para un largo viaje dentro de tu propia casa.
Por Frei Betto. El autor es fraile dominico brasileño y destacado teólogo de la liberación. Es autor de más de 50 libros, como “Fidel y la Religión”.
Brasilia, 5 de abril 2020.
Crónica Digital.