Según el Comité Ejecutivo de la institución, “resulta imposible imaginar que el reemplazo de la LOCE por la Ley General de Educación constituya una reforma al actual modelo de enseñanza si se dejan al margen de la discusión aspectos tan fundamentales como la desmunicipalización, la selección arbitraria de estudiantes, el lucro y el financiamiento”.
“Queda claro que este acuerdo no toca ninguno de los pilares del actual sistema educativo mercantilizado, el que ha generado una crisis de calidad, inequidad y segmentación social, basado en la Constitución Política heredada de la dictadura, la competencia entre municipios y privados por los recursos del Estado y las precarias condiciones en que se realiza el trabajo docente”, agregó.
OPECH considera que las modificaciones planteadas durante este último año en el ámbito educacional, en la línea de fortalecer la educación pública, sólo son posibles si el Estado modifica su rol subsidiario, así como si se materializan espacios de fiscalización efectivos tales como la Superintendencia, la Agencia de Calidad y el Consejo Nacional de Educación.
La Educación que Chile requiere
Para la institución, dependiente de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, los cambios sólo son cosméticos. “No modifica el sistema de sostenedores municipales, y mantiene el derecho a lucro con recursos públicos por parte de los sostenedores privados. Ello significa que, en lugar de que los recursos del estado se destinen prioritariamente a fortalecer la calidad de la educación pública, se continúa fortaleciendo la educación privada”.
Asimismo, la OPECH cree que al prohibir la selección de alumnos hasta 6º año básico sólo por razones académicas, no impide que la segmentación económica, religiosa y valorica sigan operando.
“Si bien se prohíbe la selección por razones académicas no se excluyen claramente otro tipo de pruebas de admisión. Por otra parte, mientras se mantenga el sistema de financiamiento compartido en los establecimientos particulares subvencionados, que obliga a las familias a pagar una mensualidad, persiste la selección de alumnos por razones socioeconómicas”.
Entre los aspectos que suscitan el rechazo del grupo de investigadores de la Universidad de Chile “llama poderosamente la atención que este acuerdo ni siquiera haya considerado sugerencias de organismos internacionales. La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico OCDE, en su informe del año 2004, plantea que “la educación chilena está concientemente estructurada por clases sociales” (OCDE, 2004: 277) y “está influenciada por una ideología, que da una importancia indebida a los mecanismos de mercado y competencia para la mejora de los procesos de enseñanza y aprendizaje”.
En la misma línea un reciente informe del Banco Mundial sobre aseguramiento de calidad de la educación plantea la necesidad de fortalecer mecanismos de educación estatales, que hoy se ven afectados por la inminente competencia que suscitan las entidades privadas.
Para el Observatorio Chileno de Políticas Educacionales, todas las transformaciones se plantean en torno al sistema educacional chileno deben contener las demandas de la ciudadanía y no cerrarse a los sectores políticos, conservadores y tecnocráticos, cimentados en propuestas gatopardistas que pretenden cambiar todo, para que nada cambie.
Santiago de Chile, 24 de noviembre 2007
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