Cientos de chilenos marcharon hoy en Santiago para exigir el fin de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), a las que señalan de enriquecerse con los ahorros de los trabajadores y entregar jubilaciones de miseria.
Creadas en 1980, en tiempos de la dictadura de Augusto Pinochet, las AFP son instituciones financieras privadas encargadas de administrar las cuentas individuales de los afiliados, fondos con los cuales obtuvieron en las últimas dos décadas utilidades de 25,7 por ciento anual.
La manifestación de este miércoles comenzó en la Plaza de Armas y concluyó frente al Palacio de La Moneda, sede de la Presidencia, para rechazar una propuesta de reforma de pensiones que, según la Coordinadora No más AFP, beneficiará a estas empresas.
Luis Mesina, vocero de esa organización, advirtió que con el proyecto debatido en el Congreso Nacional la tasa contributiva va a aumentar, lo cual significa entregarles entre cuatro mil 500 y cinco mil millones de dólares al año más a las administradoras.
Después de que el Gobierno prometió acabar con las AFP, ahora termina transfiriéndoles más plata, dijo.
Por el contrario, la ministra de Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, impulsora de la iniciativa, argumenta que si bien se mantiene el sistema de las AFP, se podrán realizar licitaciones públicas, introducir mayor competencia entre las empresas y permitir el ingreso de nuevos actores.
La nueva propuesta establece un sistema de seguridad social que busca hacerse cargo del aumento de los índices de longevidad y de la brecha en las jubilaciones de hombres y mujeres.
También prevé aumentar a 250 mil pesos (unos 248 dólares) la Pensión Garantizada Universal (PGU), la cual se entrega a personas de 65 años o más que no perciben retiro en algún régimen previsional.
El proyecto podría beneficiar a unos 2,8 millones de adultos mayores con un aumento de las jubilaciones de entre 14 y 35 por ciento.
Según una reciente encuesta de la firma Plaza Pública Cadem, 68 por ciento de los chilenos está a favor de aprobar la iniciativa.
Santiago de Chile, 23 de enero 2025
Crónica Digital/PL