El 19 de noviembre de 1944 nació en Santiago Carlos Lorca Tobar, referente de consecuencia militante y de talento político.
Quienes le conocimos celebraríamos sus 80 años; no podrá ser así, ya que un 25 de junio de 1975 fue secuestrado por la DINA, junto a Exequiel Ponce y Ricardo Lagos Salinas y sus enlaces, últimos sobrevivientes de lo que fuera la Primera Dirección Clandestina Socialista.
Carlos desde muy joven abrazó la causa de los trabajadores, la causa del socialismo y luchó por ello con talento y espíritu unitario, desde el movimiento universitario luchando por la reforma a fines de los sesenta, y luego se comprometió con entusiasmo con el proceso revolucionario encabezado por Salvador Allende, desde la dirección de la Juventud Socialista y desde la Unidad Popular Juvenil. Electo diputado por Valdivia en marzo de 1973, alertó tempranamente sobre la inminencia del golpe, la magnitud y ferocidad de la represión que desencadenaría tan pronto fue electo diputado. Junto con apoyar al gobierno popular, se dedicó a preparar a la Juventud Socialista para resistir el golpe y preservar la continuidad de la organización política y social del pueblo en condiciones de una ilegalidad prolongada, nos habló de décadas.
Después de haber sido atrozmente torturado en Villa Grimaldi junto a sus compañeros y compañeras, fueron trasladados a inicios de 1976 a la mal llamada Colonia Dignidad, antro nazi donde permanecieron vivos por casi dos años en pésimas condiciones.
Carlos Lorca Tobar es el único diputado que sigue en condición de detenido desaparecido sin que a más dé treinta años del término de la dictadura civil militar se haya podido determinar quiénes lo asesinaron y que fue de sus restos.
Carlos Lorca fue un político revolucionario, de sólida formación marxista, estudioso del pensamiento de VI Lenin y de Antonio Gramsci, cuyas enseñanzas aplicó creadoramente a las condiciones del Chile de su tiempo.
Quienes le conocimos de cerca, estamos convencidos que Carlos Lorca no estaría satisfecho con la salida que se dio a la dictadura ni con la democracia que se fue conformando por más de treinta años. Hoy sigue existiendo un sistema concentrador y excluyente, protegido por una institucionalidad de democracia limitada, manipulada por la concentración de los medios de comunicación y una cultura de individualización y alienación masiva; Posterior de la derrota de la revuelta social y de la propuesta de nueva constitución, se ha ido progresivamente estableciendo una democracia cada vez más conservadora y represiva.
Sin dudarlo, Carlos Lorca seguiría luchando por más y mejor democracia, buscando unir a las más amplias fuerzas sociales y políticas sin renunciar nunca a sus ideales socialistas ya que hoy más que ayer es imperativo superar el capitalismo para preservar al planeta y conformar una sociedad más justa y más fraterna.
Jaime Lorca Tobar
Director Centro Memoria y Futuro
Santiago de Chile, 19 de noviembre 2024
Crónica Digital