El presidente reelecto de El Salvador, Nayib Bukele, asumirá hoy el gobierno por otros cinco años más con la promesa de encaminar la economía nacional y fortalecer la seguridad.
En la tarde noche del viernes cientos de personas daban los toques finales al Palacio Nacional y sus alrededores para la investidura presidencial de Bukele y del vicepresidente Félix Ulloa, aunque algunas obras no se terminaban para la fecha, entre ellas una plaza a un costado de la Biblioteca Nacional (Binaes).
Desde horas tempranas de esta madrugada comenzaron a llegar asistentes al convite presidencial, entre ellos decenas de periodistas citados para ser trasladado de la Universidad de San Salvador hasta las tres salas de prensa debidamente adecuadas con internet en la sexta planta de la Binaes.
Frente al Palacio dos enormes pantallas esperan por el momento en el que el mandatario sea juramentado ante varios presidentes, jefes de gobierno, el rey de España, Felipe VI, representantes de varias naciones y miles de salvadoreños convocados para asistir a una cita calificada de histórica pues por primera vez en 80 años un presidente hace dos mandatos.
La víspera también fue desplegado un dispositivo de seguridad militar, incluido carros blindados, que estará cuidando el perímetro antes, durante y después de la sesión solemne en la que el presidente y el vicepresidente tomarán protesta constitucional.
Destaca además que al menos cuatro grandes pantallas fueron colocadas en diferentes puntos dentro del Centro Histórico de San Salvador, las que permitirán a pobladores trasladados gratuitamente por el gobierno de varios lugares del país para que disfruten del evento.
Desde la noche de este viernes, los accesos al centro estaban restringidos aunque ya desde el jueves la presencia de militares uniformados y de civil era evidente en el entorno, según constató Prensa Latina.
Desde anoche, el área estaba casi lista para servir de escenario a un mensaje presidencial donde no faltará el elogio al notable cambio político y social experimentado por el país, junto con mejoras significativas en seguridad, desarrollo turístico, cultural y económico.
La llegada de Bukele a la presidencia marcó un punto de inflexión en la política salvadoreña, según valoraciones de expertos pero, el segundo mandato que inicia hoy requerirá, más que promesas y esperanza, acciones concretas para mejorar la economía de un país donde un cuarto de la población piensa emigrar en los próximos tres años.
El Salvador, 1 de junio 2024
Crónica Digital/PL
