La aplicación de las tecnologías nucleares para fines no energéticos fue objeto de debate en el primer foro internacional juvenil “Rusia-América Latina: diálogo de líderes futuros de la esfera nuclear de la región”, celebrado en la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos RUDN el 12 de marzo de 2024. Al foro asistieron 300 estudiantes y expertos de 18 países, entre ellos fueron los representantes de Argentina, Bolivia, Brasil, Venezuela, Costa Rica, Cuba, Perú, México, Chile, Ecuador y muchos otros países sudamericanos.
Andre Joao Rypl, jefe del departamento de ciencia, tecnología, innovación y medio ambiente de la Embajada de la República Federativa de Brasil en Rusia, declaró que “hoy en día asisten al foro científicos y estudiantes de 75 organizaciones, institutos de investigación y universidades. Los representantes de Rusia, Brasil y otros países latinoamericanos, a pesar de que vivimos en continentes diferentes, tenemos objetivos comunes: mejorar las tecnologías existentes para el desarrollo de la ciencia y la economía de nuestros países. Y el desarrollo nuclear es una de las vías en las que se lleva a cabo la cooperación entre nuestros países. Actualmente, las tecnologías atómicas pacíficas se utilizan no sólo en el sector energético, sino también en la medicina, la agricultura y el espacio. Y su estudio nos permite encontrar opciones alternativas para el desarrollo industrial”.
Sin embargo, la aplicación de las tecnologías nucleares no se limita a la energía. Hoy se emplean en la vigilancia radioecológica, para garantizar la seguridad alimentaria, en el tratamiento del cáncer y en la mejora de los equipos médicos. En el foro estudiantes y científicos explicaron cómo se utilizaba la tecnología nuclear pacífica en ámbitos no energéticos.
Villa Pineda Nelson Enrique, participante de Venezuela y estudiante de posgrado en la Universidad Politécnica de Tomsk habló que “hoy en día la tecnología nuclear se utiliza en más de 30 millones de procedimientos médicos. El uranio 235 es uno de los principales isótopos utilizados en medicina nuclear, pero su desventaja es que produce muchos residuos nucleares. Nosotros proponemos utilizar molibdeno 99, que puede obtenerse irradiando circonio 96 con partículas alfa. Nuestras investigaciones demuestran que el uso de molibdeno 99 permite, por un lado, minimizar la cantidad de residuos nucleares y, por otro, reducir la dosis de radiación para el ser humano”.
Inaya Correa Barbosa Lima, profesora de la Universidad Federal de Río de Janeiro (Brasil), describió cómo el estudio de los nuevos isótopos está ayudando a vigilar las condiciones medioambientales en la región de las centrales nucleares.
“Estamos analizando los sedimentos marinos cercanos a las centrales nucleares mediante espectrometría gamma. El potasio 40 y los radionucleidos nos permiten vigilar los cambios en la composición de los suelos marinos, lo que es especialmente importante para las costas de la región brasileña,” dijo ella.
Los participantes en el acto coincidieron en que los representantes de las comunidades científicas de Rusia, Brasil y otros países latinoamericanos tienen un objetivo común: mejorar las tecnologías para el desarrollo de la ciencia y la economía de estos países.
Moscú, 18 de marzo 2024
Crónica Digital/TVBrics.com