Por Marcel Garcés Muñoz
Con el inicio de la “llegada de marzo” el panorama político chileno se está enrareciendo a ojos vista. Y podríamos decir que se está emponzoñando.
En primer lugar, Febrero no fue precisamente de idílicas vacaciones.
El fallecimiento del ex presidente Sebastián Piñera, en un desgraciado accidente aéreo marcó un signo trágico del 2024, más allá del dolor familiar por la pérdida del ser querido, y el impacto emocional de duelo indudable en la opinión pública de la desaparición trágica de una figura relevante de la política nacional.
Pero sin duda que la valoración de su rol político, humano, social, empresarial, será materia de un análisis histórico desapasionado y objetivo,, ajenos al interés de la coyuntura política electorera y de la demagogia, y sobre todo el interés subalterno que ha pretendido transformarlo – canonizarlo- en un santo con obvio objetivo y manipulación politiquera o descalificarlo como un demonio.
La Derecha busca por supuesto, desesperadamente, utilizarlo como un argumento partidista, para unificar sus fuerzas políticas, como profeta de un revanchismo pinochetista contra la democracia y la justicia social que se abre paso mirando hacia el futuro.
Ocultan, desvergonzadamente, que Piñera los desnudó como “cómplices pasivos” de los crímenes de la dictadura de Pinochet y que nunca justificó las violaciones a los Derechos Humanos, el exilio, los campos de concentración, las torturas, las violaciones , los degollamientos de patriotas y otras barbaridades del régimen implantado por la oligarquía política y económica local subordinada a una estrategia global del Imperio, aplicando la Doctrina de la Seguridad Nacional, mediante del mecanismo de la llamada “ guerra interna”, utilizando, pagando, a generales traidores y a un caudillo castrense sin escrúpulos ni ética y reclutando a camarillas políticas desvergonzadas.
Así pretenden manipular desvergonzadamente su pensamiento y acción política, simulando hipócritamente presentarse como sus herederos y seguidores, cuando lo deningraron, despreciaron, o caricaturizaron, en busca de una acuerdo político para la unidad de la jauría derechista y pinochetista, en busca de una revancha política.
Pero un segundo hecho desgraciado manchó de sangre este febrero de 2024: el secuestro y posterior asesinato, en oscuras circunstancias, de un ex militar venezolano, el teniente (R) Ronald Leandro Ojeda Moreno, que obtuvo refugio en Chile, tras escapar de un proceso judicial en su país por conspiración y subversión contra el gobierno legítimo de su país.
El hecho, sin duda, también conmovió al país, estimulada como es natural, por la brutalidad del hecho y la combinación de una operación de guerra sicológica, que pretendió vincular- sin prueba o circunstancia una- el suceso a una supuesta operación criminal del Gobierno venezolano.
Y al mismo tiempo, utilizar descaradamente la manipulación informativa, cuando no la tergiversación de los hechos y las canalladas disfrazadas de estridentes “declaraciones políticas”, o escritos que pretendían ser análisis, que no superaban la categoría de infundios, contra el presidente Gabriel Boric, y los partidos políticos de su alianza de gobierno.
Transcurrida una semana del secuestro del ex militar venezolano y encontrado su cadáver por la policía civil chilena, tras un trabajo de investigación pertinente, prolijo, y reservado, de donde se desprende el origen delictual, propio del llamado 2crimen organizado internacional y del narcotráfico, irrumpe nuevamente la manipulación política, la teoría de la conspiración, y de manera prácticamente concertada la Derecha Política, sus Medios de Comunicación, algunos “expertos”, “analistas”, “opinantes”, algunos con sede en Miami, (desde donde se conspira con apoyo y financiamiento de la CIA y el Pentágono contra Venezuela), El Mercurio , los políticos y comentaristas subordinados, vuelven a la carga .
La información policial apunta a un nexo entre el hecho policial, con una acción criminal de la conocida banda del crimen organizado internacional, de origen venezolano, el llamado “Tren de Aragua”, hipótesis que ha conducido a la detención de un “soldado” de esa estructura, vinculado al secuestro de Ojeda y a la identificación y búsqueda de otros implicados,
Pero la investigación, sigue en marcha, y cabe esperar más información como los motivos de una eventual operación de “ajuste de cuentas”, o “ejecución” con el carácter de sicariato, por motivo de lucha interna, debido a contradicciones de otro orden (sentimentales, intereses económicos, o simples rencillas particulares).
Pero el episodio ha sido caracterizado, de manera persistente y abrumadora, por la Derecha Política, sus líderes, su parlamentarios mas afiebrados, sus analistas especialistas en “guerra sicologica2, como ya no solo como una conspiración de Caracas y el Chavismo -los nuevos “malos” a escala internacional, “conspiradores”, “terroristas”, etc. Del trabajo investiugativo,
Por cierto en la línea informativa se persiste machaconamente y se pretende instalar en la opinión pública, una complicidad con La Moneda, los partidos de la alianza de gobierno, acusaciones antojadizas que no tienen ninguna línea argumental lógica o analítica, fundamento judicial o contenido cercano a la realidad del esfuerzo investigativo, poniendo en duda no solo el esfuerzo investigativo, del trabajo de la policía y de la Fiscalía.
Durante días estuvieron intentando poner en duda, con afirmaciones descabelladas e irresponsables, las intenciones del Gobierno y las instituciones encargadas de la investigación el hecho.
Los que pusieron el grito en el cielo, dirigentes derechistas, y parlamentarios subordinados deberían responder por algo que pudiera ser calificado, incluso ante tribunales, como obstrucción, y quizás hasta complicidad con los victimarios del ex militar venezolano.
Resulta patético, en definitiva, que esos personajes, se prestaran a servir de bufones de la campaña orquestada por El Mercurio, de una supuesta defensa de la seguridad nacional, del deber moral de la seguridad de las decenas de ”refugiados” venezolanos que han obtenido acogida , y que nunca se pronunciaron por las decenas de miles de exiliados hileno de la dictadura de Pinochet, los miles de los asesinados por la dictadura, entre ellos el ex comandante en Jefe del Ejército, Carlos Prats González, el ex ministro de Defensa, Orlando Letelier, el Capitán de Navio, Aturo Araya Peters, y otra centenar de militares, marinos, integrantes de la Fach, detectives, asesinados, desterrados, torturados y perseguidos bajo el régimen de la dictadura de Oinochet.
¡No se trata claro de simples “cómplices pasivos”! Y llegará la hora de la verdad y de su derrota política y condena social. El problema es que estamos en marzo, Y tenemos elecciones municipales, gobernadores, legislativas y presidenciales en el futuro próximo
Y por cierto lo que realidad les importa a los polÍticos y futuros “candidatos”- de la Derecha chilena, es el proceso electoral en plena marcha, y por ello están desarrollando impúdicamente una estrategia de boicot a las iniciativas legislativas, y los proyectos que vayan en beneficio de los ciudadanos.
Por cierto hay políticos de la Derecha Chilena, que se prestan para avivar la cueca y sacar cuentas alegres de su estrategia de guerra y obstrucción total contra el Gobierno y sus iniciati8vas a favor de Chile y su futuro.
Pero sin duda es una mala manera de iniciar un año que tiene una evidente importancia política, polarizar el ambiente ciudadano las esferas políticas y sociales, sembrando el temor, el odio. la virulencia verbal, buscando confundir y distraer a los ciudadanos, y al escenario social, a la opinión pública en su conjunto, de los problemas políticos y económicos fundamentales del país y de la sociedad.
La ofensiva política, comunicacional de la Derecha contempla el ataque alevoso- la destrucción de imagen- al presidente Boric y el gobierno, a los partidos políticos progresistas y democráticos, a sus iniciativas políticas y legislativas, y se busca, inventa, confrontaciones virulentas, a propósito de la educación en Atacama, de los damnificados en Viña del Mar, de la seguridad ciudadana, y la delincuencia en en Santiago.
Se trata de una estrategia total, creciente y sin límites éticos, que estimula, provoca eventuales divisiones en el campo de la base social y politica del gobierno, de las fuerzas progresistas y del cambio, y lo que es peor , “encuentran”, promueven los divisionismos, supuestas confrontaciones, entre facciones o liderazgos, o entre las declaraciones de unos y otros, lo que sin duda afecta al , la cohesión social y el escenario de las fuerzas progresistas.
Aquí no hay que equivocarse.
La unidad, coherencia, compromiso, defensa y proyección del gobierno del presidente Boric y las fuerzas del progreso y del cambio, son un tema histórico estratégico ineludible y urgente.
Marcel Garcés Muñoz
Periodista
Director de Crónica Digital
Santiago de Chile, 8 de marzo 2024
Crónica Digital/PL