¿Qué tienen en común Bodegas San Francisco, la empresa Armony Sustentable, la Planta La Farfana de Aguas Andinas, HIDRONOR (empresa dedicada al manejo de sustancias y residuos industriales peligrosos), y la planta de Cecinas Doñihue de AGROSUPER? Que todas tienen sus instalaciones en la comuna de Pudahuel (con la excepción de la Planta La Farfana que está en el límite) y que además todas han representado, a lo menos en algún momento, un riesgo o peligro ambiental para la vida y la salud de las y los pudahuelinos.
Ha ocurrido un nuevo Incendio de magnitud en Bodegas San Francisco. Ha sido el cuarto en cuatro años, los cuales no solo han provocado pérdidas materiales para sus dueños, sino que pérdidas de vidas humanas y heridos entre los trabajadores que allí desarrollan sus funciones (muchos de ellos vecinos de nuestra comuna). Además, produjeron afectación en la calidad de vida de las y los habitantes de Pudahuel y de las comunas vecinas, con la emanación de humo y gases contaminantes, los cuales se diseminan a través de vía aérea, o sea generan contaminación ambiental, la cual entre otras cosas ha provocado críticas situaciones respiratorias en niños y en adultos mayores, así como fuertes cefaleas.
Lo que hemos vivido nuevamente con las Bodegas San Francisco el 20 de febrero pasado también lo hemos vivido en años anteriores y en forma reciente con la empresa Armony, con los olores por el tratamiento de compost; con las Cecinas Doñihue y la contaminación ambiental, así como a través de desechos en los afluentes de los alcantarillados; con HIDRONOR, que en la práctica es un vertedero de residuos tóxicos y peligrosos; y con la Planta de aguas Servidas de la Farfana, con sus piscinas de tratamiento de aguas servidas y sus malos olores que llegan hasta nuestra comuna.
¿Qué otra cosa tiene en común estas empresas y sus plantas y sus centros de distribución? Que gozan de la pasividad y del no cumplimiento de su rol por parte de las autoridades sanitarias y medioambientales, y además de la Autoridad Municipal de Pudahuel (en su rol fiscalizador y de prevención).
Parafraseando a otros personajes, las y los habitantes de la comuna de Pudahuel y de las comunas de la Zona Poniente estamos enfrentados a “un enemigo poderoso, implacable”. Esto porque se producen accidentes, incidentes y acciones que afectan la vida y calidad de vida de nuestras comunidades y vecin@s, provocados por estas empresas, lo cual pareciera que no podemos evitar. Por cierto, de tiempo en tiempo aparecen las autoridades con declaraciones públicas, notas de Prensa y videos para Redes Sociales anunciando medidas, acciones legales y fiscalización…. Pero pasa el tiempo, pasan los meses y los años, y todo lo anunciado en nada queda nuevamente.
En nuestra memoria están los casos más recientes. Por ejemplo, el incendio de Bodegas San Francisco del 14 de marzo de 2021. En esa ocasión el alcalde Ítalo Bravo se comprometió con la comunidad aledaña al incendio (Lomas de Lo Aguirre y Ciudad de Los Valles) a informar periódicamente acerca del estado de las acciones que se estén llevando en contra de la empresa. Luego, el 15 de marzo de 2023, nuevamente se produce un incendio de proporciones en Bodegas San Francisco afectando seis naves. Por la magnitud del siniestro, la pluma de humo provocada se extendió por los cielos y por el aire de Pudahuel y la zona poniente. Nuevamente las autoridades de la SEREMI de Salud y de la Municipalidad de Pudahuel anunciaron fiscalización y medidas.
Ahora, el 20 de febrero de 2024, tenemos un nuevo incendio de proporciones en Bodegas San Francisco de Pudahuel, y aparece un video de la autoridad anunciando un supuesto “despliegue” encabezado por el alcalde. Esto ocurre en los momentos en que solo las 10 compañías de Bomberos, que llegaron con cerca de 500 voluntarios, combatían este gran Incendio en ese recinto de bodegaje, con el apoyo de Carabineros que apoyaban en materia de cierre perimetral del sector involucrado. Lo más probable es que muy prontamente se anunciarán otras medidas a través de la prensa y las redes sociales. Pero, en lo concreto, lo más probable también es que quedarán en nada.
Tal como ocurrió hace meses con las denuncias ciudadanas reiteradas de los malos olores provocados por la planta de tratamiento de Compost de Armony, hasta que la situación denunciada no dio para más, y los parlamentarios y autoridades regionales tuvieron que involucrarse, producto de la presión ciudadana y de las organizaciones ambientalistas. Esto, sin mencionar además los diversos incidentes y accidentes ambientales en que se han visto involucradas durante estos años las empresas HIDRONOR, Cecinas Doñihue y La Farfana de Aguas Andinas, entre otras.
A esto debemos agregar que recientemente el medio informativo Ex Ante ha publicado la lista de las Municipalidades cuyos planes comunales para reducción del riesgo de desastres (RRD), que deben implementar país por la Ley 21.364. Pues bien, en el caso de Pudahuel este Plan fue rechazado por el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED). Este Plan es un relevante instrumento estratégico que orienta las acciones de las instituciones públicas, la sociedad civil, el sector privado y actores locales en el territorio comunal para contribuir y avanzar en la reducción del riesgo de desastre. Lo que se busca la ley es que las comunas identifiquen por lo menos tres amenazas (naturales o antrópicas) que podrían afectarles, reduciendo o disminuyendo su impacto. La comuna de Pudahuel, en su zona rural o de extensión, es susceptible de incendios de carácter forestal, producto de las especies arbóreas existentes en ese sector, de los vientos que allí se producen en ciertas horas del día, y que en esta misma localidad están instaladas las mismas empresas mencionadas al principio (como son las Bodegas San Francisco; HIDRONOR y ARMONY). Por todo ello, se puede entender es indispensable tener un Plan de Prevención y Respuesta de Riesgos y Desastres Comunal aprobado por SENAPRED. En verdad, más que necesario, es una urgencia comunal.
Pareciera que, como ha señalado en ocasiones anteriores la ONG “Defendamos la Ciudad”, en el caso de Bodegas San Francisco la negligente Superintendencia de Medio Ambiente no ha iniciado procesos sancionatorios ni ha paralizado obras ilegales, no ha fiscalizado ni menos ha realizado requerimientos de ingreso al SEIA (Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental). En resumen, señala “Defendamos la Ciudad”, si la SMA hubiera ejercido su rol y si la Municipalidad de Pudahuel hubiera exigido el cumplimiento de la ley (fiscalización efectiva en terreno, y ahora tener un plan de RRD actualizado y aprobado), estas situaciones (incendios y contaminación) no se habrían producido.
Los responsables, tanto públicos como privados, tendrán que asumir las consecuencias por sus incorrectas actuaciones, que tienen sumidos a las y los pudahuelinos en la permanente incertidumbre respecto de cuándo se producirá el próximo accidente o incidente, que tan grave será y cómo afectará la calidad de vida y el medio ambiente en nuestra comunidad.
Visto todo lo anterior, entonces en Pudahuel ya no basta con rezar…
Por Walter González. El autor es Vicepresidente del Consejo de la Sociedad Civil de Pudahuel y Coordinador de la Asamblea Ciudadana Santiago Poniente.
Santiago, 23 de febrero de 2024.
Crónica Digital.