Cincuenta años después de la muerte de Pablo Neruda, ya sabemos que fue asesinado por orden de Pinochet, aseguró hoy a Prensa Latina el asistente personal y chofer del poeta, Manuel Araya.
Araya fue entrevistado por esta agencia a raíz de la entrega a la ministra en visita de la Corte de Apelaciones de Santiago, Paola Plaza, de los informes de peritos internacionales que investigaron el origen de la bacteria Clostridium Botulinum encontrada en los restos y en un molar del Premio Nobel de Literatura.
Neruda nunca estuvo para morirse, él disfrutaba de la buena mesa, tenía bastantes amigos y todos los días había visitas en su casa, afirmó su asistente, y declaró que el poeta fue ingresado en un centro médico de Santiago por su seguridad.
El autor de Veinte poemas de amor y una canción desesperada falleció en la clínica Santa María 12 días después del golpe militar de Augusto Pinochet contra el gobierno de la Unidad Popular del presidente Salvador Allende y la víspera de un viaje programado a México.
“El 23 de septiembre, cuando yo llego a la Clínica, Neruda me dice: me pusieron una inyección en el estómago y me estoy quemando”.
“Lo revisé y tenía una manchita roja, como de una monedita de cinco pesos. Mojé una toalla y se la puse en el vientre e inmediatamente me mandaron a buscarle un medicamento a una farmacia y cuando salí fui detenido”, recuerda Araya.
La dictadura atribuyó su deceso al cáncer de próstata que padecía, pero paneles de expertos determinaron que su fallecimiento no se debió a esa enfermedad.
Familiares del poeta chileno aseguraron a esta agencia haber tenido acceso a algunos de los informes de los expertos y estos revelaron una cantidad de Clostridium Botulinum en sus restos incompatible con la vida, lo cual muestra que fue asesinado con un arma biológica.
“Neruda era un hombre muy poderoso. Durante la guerra civil en España él salvó a más de dos mil personas a bordo del buque Winnipeg”, dijo.
De acuerdo con el asistente, sus intenciones eran viajar a México y desde allí pedir ayuda a los gobiernos, intelectuales, escritores y a todos los amigos para derrotar a Pinochet.
“Estoy orgulloso porque ya estamos llegando al final. Si me toca partir, me voy tranquilo porque ya mi verdad salió a la luz”, expresó el amigo del poeta.
Santiago de Chile, 16 de febrero 2023
Crónica Digitgal/PL