Por Andrés Figueroa Cornejo
A tres años del inicio de la revuelta social, este 18 de octubre de 2022, en la Plaza Dignidad de Santiago de Chile, hito que determina la rotura abismal entre la ciudad empobrecida y la ciudad aparentemente satisfecha, la administración de La Moneda, indiferentemente del gobierno anterior, hizo gala de un despliegue multitudinario de los cuerpos de las fuerzas especiales de carabineros y sus blindados de última generación.
Leal a la vocación histórica del Estado autoritario, conservador y racista de Chile, la administración Boric, tal como anunció su presidente por cadena nacional de medios masivos de comunicación, llevó a las calles del país a 25 mil efectivos policiales. Se desconoce el número de la policía civil y del lumpen que ya en otras ocasiones ha operado en el marco de manifestaciones sociales con la anuencia y vínculos estrechos con los uniformados (¿la tercerización de la violencia paraestatal?), incluso portando y usando armas con munición real, como en la zona de la Estación Central de Santiago el pasado primero de mayo, donde fue asesinada la periodista Francisca Sandoval en medio de protestas populares.
Sin mediar provocaciones, la artillería policial mantuvo el entorno de la Plaza Dignidad permanentemente gaseado de bombas lacrimógenas y dispersando a punta de violentos pistones de los carros lanza-aguas dirigidos sobre el cuerpo de manifestantes que incluso se encontraban en las aceras peatonales.
Al respecto, mediante un audio Carmen Soria, hija del diplomático Carmelo Soria asesinado por la dictadura en 1976, señaló que, “yo estoy en Plaza Dignidad y ustedes (el gobierno) son una vergüenza. Tienen a la policía reprimiendo con gas pimienta, guanacos y zorrillos. Están igual que (el gobierno de) Piñera. Son unos “progres” que les están lamiendo las botas a la Concertación. Y el discurso de Boric es el de un demagogo peligroso. Lamento profundamente haber votado por ustedes. Tienen la Plaza Dignidad sitiada, ni siquiera dejan manifestarse”.
Cuando se cierra esta nota, aún no hay noticias confirmadas de la cantidad de personas heridas y detenidas por Carabineros en Santiago y en las principales ciudades del país donde se realizaron movilizaciones por las necesidades sociales que amplios sectores de la población resienten duramente, más allá de borradores constitucionales y programas de gobierno incumplidos.
Lo cierto es que, tal como los procedimientos coactivos para enfrentar el derecho a manifestarse, así también el capitalismo neoliberal y su crisis, pronosticada para Chile como la de peores consecuencias del continente por el FMI, se intensifica por minuto el descontento social, económico y político.
Santiago de Chile, 19 de octubre 2022
Crónica Digital