Desde los primeros días post dictadura en Chile, se escuchó como un rumor a viva voz, la necesidad de un cambio constitucional. Lo primero era legalizar los partidos que la constitución del dictador proscribía. Desde ese momento hasta el año 2013, se hicieron innúmeras reformas para darle algunos tintes democráticos a la Constitución de Guzmán.
En el 2013, la Presidenta Michelle Bachelet, da comienzo a un proceso constituyente con una campaña de educación cívica y constitucional con diálogos ciudadanos, cabildos y conversatorios. La llegada de Piñera al gobierno le pone freno a todo ese avance y se acabó el proyecto de nueva constitución.
En octubre del 2019, con el movimiento estudiantil evadiendo el pago en el Metro, en protesta al alza en el valor del pasaje, se da inicio a la gran revuelta nacional, que en términos políticos concluye con el acuerdo del 15 de noviembre, que salvo a Sebastián Piñera. Así, se da inicio al desarrollo “Constituyente” que culmina el 25 de octubre de 2020 con el triunfo del apruebo, donde se le dice no a la opción de una comisión mixta y se opta por la idea que sea una comisión ciudadana la que redactaría el nuevo texto constitucional. El resultado en las urnas, fue un aplastante 79% superando por demás el cerrojo “Guzmaniano” de los dos tercios.
La cronología de los acontecimientos nos lleva a la elección de los constituyentes y es aquí en donde entran los Demócratas Cristianos, o mejor dicho, no entran, ya que la gente, la ciudadanía, dice no al mundo DC al elegir a solo un constituyente de esta tienda política.
Convención Constitucional se le llamó, a la que algunos querían por nombre Asamblea Constituyente. Esta estructura quedó formada por 155 miembros o constituyentes. Dentro de lo paritario, lo étnico y diverso, con la participación de partidos políticos, independientes y organizaciones sociales. En tanto, fue profundamente sorpresiva la elección de solo un militante Demócrata Cristiano. El pueblo de Chile después de 56 años de falangismo, elige solo uno entre ciento cincuenta y cinco, uno y nada más que un miembro de la “Falange” en la Convención Constitucional. La gente a través del Voto le dice “no” a la dc, no a la cocina, no a la componenda, no a la repartija de cargos públicos, no a las medias tintas.
LA VENGANZA DC.
Hoy son los rechazados por la gente los que plantean que esta todo mal hecho, que hay que borrar con el codo lo escrito por quienes fueron electos democráticamente, en elecciones libres y que son ellos quienes en el Congreso Nacional, en conjunto con la derecha reaccionaria redactaran una verdadera Carta Magna.
La Democracia Cristiana crea una entelequia “CENTROIZQUIERDISTA” llamada Amarillos por Chile, voceada por dos señoras de la ultraderecha demócrata cristiana. Este engendro fascistoide, defensor de intereses espurios (universidades privadas, colegios subvencionados, directorios en empresas, altos cargos en AFP e ISAPRES), procuran voltear la voluntad popular expresada en una elección y pretenden convencer al 79% que ese día de Octubre se levantó temprano a votar, que están en un error y que son ellos los depositarios de la verdad, la democracia, la honra y la decencia.
La gente habló, el pueblo habló, la democracia habló y dijo NUEVA CONSTITUCION y yo digo APRUEBO DE SALIDA.
Por Miguel Ángel González Jara
Crónica Digital, Santiago, 16 de Agosto 2022