Candidatos: De la emoción a la gobernabilidad
, por Patricio Hales

Patricio Hales

Esta campaña presidencial, confirma peligrosamente que la convocatoria de los candidatos es más que su programa. Siempre, junto a la verdad objetiva, los candidatos  promueven  un ideario no escrito, pero  hoy se  conecta a  los sentimientos de  la crisis social y política que vivimos. Se construyen  estados de ánimo y esperanzas  que  los electores sienten  como promesas. La ilusión  moviliza a ciudadanos que extrapolan lo prometido.

Hay políticos que abusan del ánimo del “estallido” social, buscan  votos con el oportunismo y   acicatean el enojo perpetuo. Descalifican instituciones merecidamente desacreditadas, como si al gobernar serían disueltas, hacen  promesas con límites difusos que acarrearán desencantos al corto tiempo de gobernar.

Siempre el elector  vota  más por lo que siente,  que por lo que lee. Y con la  crisis social en curso  exige cambios desde su  ansiedad y rabia. El eterno   componente emocional de la política, esta vez presionará más que de costumbre y con enojo, al gobierno que gane. Por eso, si  no se promete  la verdad de lo posible, Chile se  gobernará en un  clima de protesta en que, no perdemos los que vivimos bien y pierden los que menos tienen.

Tres recientes exministros del Pdte. Piñera, para ser candidatos, renegaron de él  al canto del gallo, parecido al transformismo de cierta  izquierda que se acomodó al estallido renegando del gobierno del  que hace tres años  era parte activa y con malabarismo político desconoce a sus socios de ayer. Algunos deslegitiman el Congreso electo por el pueblo, estimulan  el desprecio a las reglas plebiscitadas en 2020, caricaturizan  la reforma constitucional que creó  la Constituyente y    atribuyen poder de facto  a quien  no lo tiene. Se sugiere confusión sobre el derecho a propiedad y la libertad de prensa.  En la otra izquierda parecemos avergonzados, incapaces de evidenciar que el trigo no es paja. Así   no se hace pedagogía política para lograr los cambios sino solo se recoge la justa indignación sin dar salida. El enojo requiere conducción.

Al que gane, el pueblo no le pedirá cuenta solo por el programa escrito y le exigirá lo que los candidatos le hicieron sentir.

Alentar la   furia puede servir  de desahogo pero no da la   gobernabilidad que requiere el progreso, al menos en democracia. Gobernar no es catarsis. Debemos dar conducción constructiva al legítimo enojo. El exceso de fuego quema.

La política  no sigue la objetividad de las ciencias exactas. Por eso  ”…nadie forma un partido político para detener un eclipse de sol” decía Kussinen. La emoción siempre es movilizadora, para fines altruistas o para exterminar a un grupo o perseguir  “infieles”. Por eso hay que combatir el   lenguaje  oportunista. La manipulación no es decir  una mentira, sino el  manejo mañoso de la verdad  para sustentar  mentiras. Eludir  la verdad, victimizarse, no reconocer que hay  doctrinas de izquierdas o derechas antidemocráticas, agredir al adversario,  absolutizar lo que es relativo y relativizar lo que está constitucional y legalmente establecido, esparce  ilusiones  con perfume de ingobernabilidad.

Las propuestas vagas, asociadas a las justas demandas del estallido, van permitiendo que se instale  un aire de compromisos mágicos que subyacen en  la subjetividad del elector. Avivando emociones masivas negativas, convocado sin límites claros, se  deslizan  promesas que no saben si podrán cumplirse en el marco democrático. Eso traería   inestabilidad. ¿Cómo gobernaría  un derechista disfrazado de socialdemócrata? ¿Cómo cumplirán, otros, su idea que el derecho a la vivienda esté por sobre el derecho de propiedad? ¿Cómo  concretarán el control de   la prensa? ¿Los  desalojos “conversados” propuestos por un candidato frente a las  “tomas” propiedades son mentiras o anuncio de ilegalidad? Los bordes difusos del discurso alientan más demandas. Se lanzan ideas con elástico. Las  “aclaraciones” confusas  no  borran los sentimientos movilizadores que dejan en sus seguidores. Hay  candidatos que tiran la piedra y cuando gobiernen esconderán la mano.

El próximo  gobierno será exigido para   satisfacer las demandas del “estallido”, de ahí que hay que  cambiar  el  lenguaje de promesas  confusas, sin límites, que incuba el descontento.   Al nuevo Presidente, la ciudadanía lo presionará por los   anhelos  con que fue “hábilmente”  emocionada en una elección en medio de la  crisis.Si los candidatos mienten estimulando las     demandas social furiosamente en curso, el nuevo  gobierno no controlará los vientos de tormenta, de peligrosa desilusión que sembró en  su campaña. Esa es la campaña del terror creada por ellos mismos.

Las dictaduras de izquierdas y derechas usaron la fuerza movilizando emociones, cargando millones de muertos, torturados, presos y desaparecidos,  amparados en la construcción política de sentimientos ciegos,  cultivando hasta hoy  el negacionismo de sus horrores. Porque la ceguera emocional cuesta mucho que se borre.

En Chile no habrá dictadura, pero la campaña presidencial debería evitar el  riesgo  de inestablidad , desconfianza y odiosidad de masas . Eso no trae progreso social ni  desarrollo.

La solución es la pedagogía política de los candidatos con  un lenguaje de conexión con el  “estallido social” sin la  manipulación que  estimula  indignación. Debemos recoger responsablemente, como sano impulso, el clamor de millones de personas del 2019, cuando el país se repolitizó;  cuando  ganó la política y perdimos los partidos políticos.   

Los políticos estamos llamados a  exigir que se pida  el voto con la verdad. Combatamos el lenguaje  que  impulsa y moviliza a sabiendas  que al gobernar  se incumplirá, aumentando la crisis social.

Tenemos  oportunidad de demostrar que la política sirve, que puede ser  sana. Pedagogía por la calidad de la vida.

Denunciemos a los candidatos cuando ilusionan, exageran o mienten, creando vectores de masas que tendrán una fuerza dirección y sentido que, en un período crítico como el que vive Chile, escapará a su control y   la buena calidad de vida desaparece. Mostremos la manipulación de emociones que descalifican brutalmente  toda crítica , incluídas  estas  líneas.

Las odiosidades y las crisis no nacen de un día a otro ni están en las propuestas programáticas sino en eso que no está escrito.

Gobernar exige rendir cuenta de las emociones construidas.

Santiago de Chile, 2 de agosto 2021
Crónica Digital

Next Post

Senador Navarro por Proyecto de Indulto: “Esta Ley servirá para que se pacifique Chile y se cierren heridas. Amenazar no contribuye a ello”

Lun Ago 2 , 2021
“Ingresamos la Ley de Indulto en el Senado, con la firma de […]

Las opiniones vertidas en este medio de comunicación no necesariamente representan el sentir de Crónica Digital y son de responsabilidad de quienes las emiten.

Crónica Digital, es un medio de comunicación social, republicano y comunitario. Fue fundado el 19 de abril del año 2005. Su objetivo periodístico es informar sobre los principales noticias de Chile, América Latina y el mundo.

El director de Crónica Digital es el periodista Marcel Garcés Muñoz.

Su representante legal y editor general es el periodista Iván Antonio Gutiérrez Lozano.

El editor nacional es el periodista Ramón Vargas Vega.

El editor cultura es el periodista Miguel Alvarado.

Corresponsal en el litoral Central V región, Chile. Marcelo Araya Orellana.

Corresponsal en La Habana, Cuba, Florencia Lagos N.

El asesor legal es el académico y abogado Sr. Pablo Méndez Soto.

Los principales asociados informativos de Crónica Digital son la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina , la agencia de noticias China, Xinhua y TV Brics.

En Chile, el medio electrónico El Maipo

Correo: cronicadigital@gmail.com
Dirección: Maturana 302 local 2
Santiago de Chile.

Desde el año 2005 Crónica Digital es parte de la Asamblea Nacional por los Derechos Humanos.

Crónica Digital es una marca registrada. Todos los derechos reservados.

Redacción Diario Crónica Digital
Fono: 950142601

Un café en una plaza con historia....

Maturana con Huérfanos
plaza Brasil,
Santiago de Chile.

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es cafe-con-torta-900x675.jpeg