Hierve la sangre ante la prepotencia y el cinismo de la declaración del gobierno norteamericano, cuyas acciones terroristas en contra de Cuba ocasionaron la muerte de tres mil 478 de cubanos y cubanas y ocasionaron graves e irreparables lesiones a otros dos mil 99, señala el catedrático.
‘En este trágico reino del revés, los terroristas acusan a sus víctimas de ser como ellos. El país que perpetró los dos mayores atentados de la historia de la humanidad, Hiroshima y Nagasaki, se siente con la autoridad moral y jurídica para acusar a terceros países de ser terroristas’, añade.
¿Por qué lo hacen, por qué ahora esta decisión de incluir a Cuba en esa lista?, se pregunta Borón.
Asegura que lo hacen porque a los matones que habitan en la Casa Blanca la heroica resistencia de Cuba -a la que pensaban poner de rodillas con sus políticas de ‘cambio de régimen’ y su interminable cantidad de sanciones y agresiones- sigue en pie firme como una roca, demostrando al mundo una superioridad moral y política que saca de quicio a sus agresores.
Recuerda, además, cómo en medio de una pandemia feroz, Cuba ha demostrado saber cuidar muchísimo mejor a su ciudadanía ‘que el grandote descerebrado que la ataca sin respiro’.
Mientras que en Estados Unidos la tasa de mortalidad por la Covid-19 es hasta hoy de mil 172 fallecidos por millón de habitantes, en la acosada y bloqueada Cuba es de 14 por millón. La aritmética política es terminante: Cuba es 83 veces más justa, más ética y más democrática que Estados Unidos, remarcó el politólogo.
Por último, el también escritor subrayó que ‘a los matones de Washington esto les resulta absolutamente intolerable, les enciende las entrañas y los impulsa a hacer cualquier cosa como condenar nada menos que a Cuba por ser un santuario de terroristas’. Y lo hacen enceguecidos de rabia, a los borbotones, mientras se precipitan velozmente a las cloacas de la historia contemporánea, concluyó.
Buenos Aires, 13 de enero 2021
Crónica Digital/PL