Buenos Aires (Prensa Latina) El actor argentino Gastón Pauls, uno de los más camaleónicos de su generación, lleva arraigado en el alma su amor por el cine desde la primera vez que estuvo delante de una cámara, hace más de 20 años.
No podría ser de otra manera. El galán de galanes que arranca suspiros, estaba destinado a un oficio que ama y que lo lleva no solo actuar, también a producir varias cintas y conducir su propio programa de entrevistas, más recientemente.
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De conductor de espacios de videoclips a protagonizar la novela que lo catapultó a la fama, Montaña rusa (1994), cuando tenía unos 21 años, comenzaría a labrar una carrera respetada que lo ha llevado a ser considerado uno de los actores más aclamados dentro y fuera de su país junto a esa generación que componen Ricardo Darín o Leonardo Sbaraglia.
Si algo distingue a Pauls, más allá de su trabajo actoral, es su calidez y gentileza siempre y sobre todo cuando habla de Cuba, una isla que lo marcó infinitamente y a la cual recuerda en las épocas de puro estado de gestación cinéfila, que lo remiten a esas salas repletas de espectadores.
Este es el espíritu del cine, subraya en entrevista exclusiva con Prensa Latina -vía internet-, el protagonista de cintas como Ojos que no ven y Nueces para el amor, en estos tiempos de confinamiento donde ha establecido puentes comunicantes en un espacio que inauguró por las redes sociales y tituló En Persona.
Gastón Pauls y Nancy Dupláa en Montaña rusa (1994-1995)
Pauls quizás nunca imaginó todo el impacto que tendría ese personaje en Montaña Rusa, que lideró el ranking de las novelas más vistas en el país y también en otras partes de Latinoamérica. Pero eso solo fue el pistoletazo que lo llevó a acumular hasta ahora más de 70 películas.
Sobre las nuevas generaciones, el estado actual del cine argentino y la llegada de las nuevas plataformas como Netflix, dialogó con Prensa Latina el Juan de la magistral Nueve Reinas, nominada a 29 galardones de los cuales conquistó 21, con versión hollywoodense (Criminal, 2004) y que ahora se apresta a llegar a la pantalla chica convertida en serie.
“Las nuevas generaciones de artistas, no solo de Argentina sino de la Patria Grande -no me limito a las fronteras- traen mucha pureza, empuje, mucha energía renovadora, trato de estar viendo siempre lo nuevo que se hace, aprender de los actores y poder transmitirles parte de mi experiencia después de 26 años de trabajo y más de 70 películas”, dice.
Gratamente recordado en Nueces para el amor
Para Pauls el cine es también el arte de compartir, algo que se regala, se recibe, se agradece y se renueva todo el tiempo.
Al ahondar en el séptimo arte de la región y también de su país, considera que venía viviendo unos años maravillosos desde el punto creativo, pero no así de producción. En Argentina, por ejemplo, se vivió en los últimos años momentos durísimos para producir, “pero aun así el ser humano siempre encuentra caminos alternativos para contar lo que pasa”.
Pauls no pone fronteras y destaca que Argentina es uno de los pilares latinoamericanos por su capacidad de producción como lo es también el chileno, el brasileño, el cubano, el mexicano o colombiano.
“Esta pandemia nos toma en un momento productivo, por un lado, pero a la vez nos llena de incertidumbre por cómo será el futuro de la producción cinematográfica, no es fácil avizorarlo”, explica el actor, quien considera que se hacen necesarios caminos alternativos “para poder mostrar lo que sentimos, creemos, soñamos y deseamos”.
Mostrar lo que sentimos, creemos, soñamos y deseamos, dice el actor
En estos tiempos de redes sociales al actor, de 48 años, se le ha visto muy activo en Instagram, desde su cuenta -en la cual se identifica como “Pauls no Pols” y un “In Flu En Ser…en la gripe, en ser”-, y ha protagonizado un emprendimiento para mantenernos unidos en medio de esta distancia.
Se reinventa y como todos se suma a lo que ofrecen las nuevas tecnologías para conectar aún más en tiempos de pandemia y desde ese espacio concibió “En Persona”, entrevistas con varias personalidades y diversas voces de la sociedad, desde deportistas hasta representantes de organizaciones sociales.
Abordado sobre el avance de las plataformas como Netflix, Amazon Prime, entre tantas otras, Pauls piensa que ha cambiado mucho la manera de ser de los seres humanos, no solo de ver el cine.
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“No es necesario salir, cruzar la calle e ir al cine, hoy desde casa se puede ver películas que quizás ya no se dan en las salas”, dice el artista, tras añadir que esto hoy obliga a hacer esfuerzo para salir.
Pues el cine, considera, es una salida, una entrada también en lo más profundo del alma, compartir con otros, en el trabajo, en cámara, por lo que la llegada de estos soportes obliga a seguir buscando caminos, “maneras para no dormirnos en los laureles y no acomodarnos. No quiero dejar de ir a ver cine”, sostiene.
Más allá de la actuación, protagoniza un nuevo espacio como conductor en Dos solos, programa de la Televisión Pública, devenido esfera íntima en la que dos personas buscan construir un puente con palabras, para conocerse mejor y retratar sus experiencias.
Entre sus entrevistados ha estado la actriz y cantante uruguaya Natalia Oreiro, pero también su colega de reparto Ricardo Darín, el recién fallecido astro de fútbol Diego Armando Maradona, el cineasta Juan José Campanella y el roquero Fito Páez.
El romántico Marcelo de Nueces para el amor, el Esteban Leguizamón de Iluminados por el fuego, o más recientemente en Nadie sabe que estoy aquí, estrenada en Netflix en junio, donde da vida a Ángelo.
Gastón Pauls acumula una larga lista de personajes muy distintos. Hoy sigue sintiendo, amando y soñando el cine, ese arte que lo flechó hace ya más de dos décadas y que lo convierte en uno de los rostros por excelencia del séptimo arte latinoamericano.
Corresponsal de Prensa Latina en Argentina
Buenos Aires, 15 de diciembre 2020
Crónica Digital/PL