
Tras una despedida de su círculo más íntimo que se extendió durante toda la madrugada, con la presencia de su exesposa Claudia Villafañe con sus hijas Dalma y Giannina, la ceremonia fúnebre en el Salón de los Pueblos Originarios, el mismo lugar donde hace 10 años atrás el pueblo despidió al expresidente Néstor Kirchner, conmueve a un pueblo que se resiste a una inesperada muerte.
En las afueras, en la larga fila que bordea la Plaza de Mayo, el rostro de Maradona se multiplica en las camisetas, y también en un gran dibujo sobre las losas de la histórica Plaza, símbolo de resistencia.
Una bandera enorme de Argentina, y dos camisetas, la que vistió con Boca Juniors y la de la selección nacional, visten al féretro con el cuerpo de Maradona. Entre el ‘Olé Olé Ole, Diego’, y el silencio que por momentos copa el lugar, el dolor se hace aún más fuerte para esta despedida.
De manera íntima, antes de que abrieran las puertas al público, estuvieron los exfutbolistas y campeones mundiales Oscar Ruggeri, Nery Pumpido, Ricardo Giusti y Oscar Garré, aquellos que junto a Diego dieron todo en el terreno para esa inolvidable victoria en México 86.
También le rindieron honores el presidente de la Asociación de Fútbol Argentino Claudio Tapia, el titular de la Liga Profesional Marcelo Tinelli y los jugadores de Boca Juniors Carlos Tévez y Ramón Abila, el exfutbolista Rolando Schiavi, Javier Mascherano, Gabriel Heinze, Maxi Rodríguez, Mariano Andújar y Daniel Osvaldo.
Hoy las puertas de la Casa Rosada estarán abiertas hasta las cuatro de la tarde a pedido de los familiares de Diego y se espera que desfilen al menos un millón de argentinos.
Buenos Aires, 26 de noviembre 2020
Crónica Digital/PL